Camila Pinto, representante del proyecto Blue Zombie y Christian Zanipatín, titular de la iniciativa Producción Alimenticia DBOZ, fueron los ganadores del primer lugar de los segmentos “jóvenes” y “fortalecimiento”, respectivamente, del tercer concurso Emprendefé 2011 Microemprendimiento y Educación Financiera, organizado por la fundación Crisfé, Credifé y Banco Pichincha.
Paúl Arias, director ejecutivo de la fundación Crisfé, señaló que el concurso parte de un proyecto que busca generar las capacidades de los emprendedores. Este año, que es la tercera edición del certamen (en la primera participaron jóvenes de colegio y en la segunda planes asociativos), se inscribieron alrededor de 11 000 proyectos relacionados con emprendimientos y mejora de cualidades.
De ellos 30 planes de negocio llegaron a las semifinales (Los representantes de los proyectos recibieron capacitación por parte de voluntarios de la fundación Crisfé). De este grupo diez resultaron ganadores y obtuvieron premios de entre USD 2000 y USD 7000. Los emprendedores también recibirán un acompañamiento y asesoría legal para la formalización de sus proyectos.
Durante la premiación los ganadores recibieron un cheque y una placa. Entre ellos estuvo Camila Ponce quien comentó que su proyecto, orientado a fabricar bisutería en diferentes materiales, nació de una etapa de desesperación.
“Quería artículos diferentes para mujeres. Aprendí a elaborarlos a través de tutoriales de Internet. Empecé haciéndolos para mí y luego como les gustó a otras personas los comencé a elaborar en mayor cantidad. Luego empecé a vender por Facebook y con lo que gané logré abrir un local comercial”.
Como apenas inició su negocio formal prefiere no hablar de facturación. Su objetivo es expandirse y lograr dar trabajo a través de la firma.
Precisamente, otros emprendimientos ya están generando empleo. Ese es el caso de Christian Zanipatín quien vende chocobananas (plátanos helados cubiertos de chocolate). Él cuenta con un empleado que ayuda en la elaboración del producto.
“Mi socio y yo decidimos comercializar un producto tradicional hace un año y medio. Invertimos USD 20 000 y ahora estamos facturando alrededor de USD 2000 al mes. Primero empezamos a vender en escuelas, luego en tiendas y gasolineras. Ahora hemos logrado comercializar a Megamaxi y Supermaxi. Nuestra idea es exportar el producto”.