El Metro de Quito costará USD 1 400 millones. Para financiar el sistema, tres instituciones bancarias ya aprobaron los créditos requeridos. El miércoles, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) aprobó un préstamo por USD 200 millones.
A su vez, el Banco Europeo de Inversiones (BEI) concedió un crédito de USD 250 millones. Pero, ¿cómo se distribuirá el dinero y quién se encargará del manejo?
En noviembre, la Corporación Andina de Fomento (CAF) aprobó otro crédito por USD 250 millones. En el caso del préstamo otorgado por el BEI, la cantidad concedida es el mayor monto entregado por la institución fuera de Europa y la segunda operación más grande en América Latina, luego de Panamá.
El crédito otorgado por el BEI financiará la nueva línea de 22 kilómetros de longitud, la construcción de 15 estaciones y la adquisición de 18 nuevos trenes, que aumentarán hasta 20 en el 2020.
María Sol Corral, presidenta de la Comisión de Presupuesto, explica que serán los concejales de la ciudad quienes se encargarán de fiscalizar el manejo de los fondos destinados para el proyecto, cuya primera fase de construcción se prevé que arranque este mes. Sin dejar fuera, asegura, la veeduría ciudadana.
En el caso de la comisión que preside Corral, la fiscalización se hace cada dos meses. “El resto de concejales también puede pedir informes permanentes”, dice.
Según datos de la Empresa Pública Metropolitana Metro de Quito, el dinero de los distintos financiamientos para el proyecto -que contempla el transporte de unas 1 500 personas por viaje- será desembolsado paulatinamente por el Ministerio de Finanzas a la institución.
Corral explica que dentro del informe para aprobar el presupuesto del Municipio para el 2013 se destinarán USD 30 millones a la Empresa Metro de Quito, los cuales saldrán del arca general del Cabildo.
En lo que se refiere al crédito del BID, informó la entidad bancaria, el préstamo es para 25 años, con un período de gracia de 13,5 años, con una tasa de interés variable basada en Libor (London Inter Bank Offered Rate). Esta es una referencia diaria basada en las tarifas de interés sobre fondos no asegurados que algunos bancos ofrecen a otras entidades.
Para Corral, cuando hay un monto de USD 1 400 millones en juego y, de estos, USD 700 millones dependen de una garantía soberana, todo debe estar debidamente programado.
Sin embargo, persiste la interrogante de cuáles son las soluciones para la movilidad de la ciudad hasta que la obra termine, en el 2016. En el Distrito, según datos del Municipio, en los último ocho años, con 2,3 millones de habitantes, se ha aumentado el número de los vehículos motorizados, duplicando de 175 000, en 2002 a 405 300, en 2009. Actualmente, hay cerca de 200 carros por cada 1 000 habitantes.
Cristóbal Buendía, presidente del Observatorio Ciudadano de Movilidad, asegura que hasta que el metro entre en funcionamiento hay que redefinir la oferta y la distribución del transporte público en la ciudad, sacar buses de donde hay una sobreoferta y enviar los buses donde hay escasez.
Por ejemplo, dice, en la Juan León Mera, desde la av. Patria hasta la av. Orellana, hay 17 líneas. Esto versus sitios como La Argelia, donde se han calculado frecuencias en el servicio de entre 40 y 60 minutos. Además, liberar espacio en las vías. “Hay horas en las que en sectores, como los túneles, los buses transportan asientos y crean congestión”.
Pero, para Buendía, con el planteamiento actual del metro, también hay interrogantes. Una de ellos es la cobertura. “Desde los extremos de la ciudad se generan 410 000 viajes diarios desde el sur y desde el norte, 400 000. En el norte, esta cifra no cubre el 20% del territorio ni de la demanda”.
En los valles, esta situación se replica. En Tumbaco y Cumbayá se realizan 60 000 viajes diarios y en Los Chillos, 120 000. Pero, asegura el experto, no se tienen certezas de cómo se dará la conexión para estos sitios.
Según datos del Municipio, el Sistema de Transporte Masivo Metro cubrirá la demanda de alrededor de 400 000 personas, diariamente, con un tiempo de viaje de aproximadamente 34 minutos, desde Quitumbe hasta El Labrador. Para Buendía, el Metro no puede ser un sistema de transporte aislado.
El proyecto
El proyecto. El Metro está estructurado en varias etapas: obras civiles, instalaciones, y expropiaciones, asistencia técnica y material rodante para la ejecución del proyecto.
Según datos del Municipio. Actualmente, se hacen más de 4 millones de viajes diarios con vehículos motorizados, de los cuales casi una cuarta parte se realiza en carro particular (incluidos los taxis), mientras que tres de cada cuatro viajes se hacen en transporte público.
Para el 2016. Se espera que la operación del Metro signifique un incremento el uso del transporte público en un 11%.
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