Expertos recomiendan mantener la prevención ante la nueva cepa del covid-19. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO
En Ecuador se analizan las muestras nasofaríngeas (secreción nasal) de un paciente, hospitalizado en Los Ríos, quien podría haberse infectado con la nueva variante de coronavirus, identificada en Reino Unido. Lo anunció el Ministerio de Salud Pública (MSP), el jueves 7 de enero del 2021.
Esta variante se detectó por primera vez en septiembre del 2020. En los primeros estudios se determinó que puede propagarse con mayor facilidad y rapidez que otras conocidas.
Sin embargo, no hay evidencia de que provoque manifestaciones más graves de la enfermedad o mayor riesgo de muerte (letalidad o mortalidad). Esta información consta en los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos.
El infectólogo David Larreátegui explica que la nueva variante tuvo unas mutaciones, principalmente, en la espícula o ‘spike’ de virus; es la espiga que se conecta con la célula humana. Actúa similar a una llave, con la cual se ingresa fácilmente al organismo.
“Con estos cambios le han permitido una mejor adaptación y mayor rendimiento de contagio. Tiene alrededor de 23 mutaciones; de ellas 18 están en la ‘spike’”.
Él coincide en que la ‘variante londinense’ aún está en estudio, por lo que no se puede determinar si es más o menos letal o mortal. “Todavía se realizan análisis con la finalidad de conocer más sobre ella, es decir, si es más agresiva o no”.
En ese sentido, Larreátegui señala que las personas deben cuidarse más y mantener las medidas de bioseguridad. Estas son: lavado constante de manos, uso correcto de la mascarilla y distanciamiento social. Esto último implica evitar las reuniones o aglomeraciones en lugares cerrados o poco ventilados.
Esta última recomendación debe ser reforzada. Así lo cree Santiago Pinto, director médico de Hemisaro Salud, una consultora especializada en seguridad sanitaria.
“Existe evidencia de que el virus de la covid-19 tiene la capacidad de transmitirse hacia otra persona a través de los aerosoles (partículas suspendidas en el aire capaces de pasar más tiempo que las gotículas), haciendo que en interiores no sean suficientes dos metros de distancia”, menciona.
Él recuerda que la transmisión aérea del coronavirus puede ocurrir, especialmente, en espacios cerrados por exposición prolongada a partículas respiratorias y por ventilación inadecuada. En esos lugares, la gente, pudiendo estar infectada, pasa mucho tiempo junta y muy cerca.
“En esos entornos el virus se propaga con mayor facilidad, por lo que es aún más importante adoptar medidas de prevención”, insistió.
¿Es necesario un nuevo confinamiento? Larreátegui cree que si el número de casos se incrementa -similar a los niveles de marzo o abril- se debería volver a una cuarentena. Por ello, es importante que las personas refuercen sus protocolos de bioseguridad y no ‘bajen la guardia‘.
Hasta este viernes 8 de enero del 2021, en Ecuador se reportaron 219 148 positivos. Es decir, 763 más de lo registrado el jueves 7 de enero (218 385). Pichincha es la provincia con más diagnósticos; son 77 354, según el último boletín publicado por el Ministerio de Salud Pública.