En la cita anual del Foro Económico Mundial de Davos existe una palpable sensación de esperanza en que la Zona Euro está alejándose del borde de la catástrofe, pero los líderes empresariales dicen que los problemas de Europa siguen frenando la recuperación económica mundial.
Una estrategia de crecimiento es el ingrediente que falta en el coctel de políticas que los líderes de la Zona Euro están mezclando para salvar al bloque de la moneda única de la ruptura.
Sin recuperación económica, la reelección será difícil para los presidentes de Europa y de fuera de ella este año. Los 2 600 líderes políticos y empresariales que asisten al foro de Davos de cinco días, se reúnen en un ambiente de mayor confianza del mercado gracias a las señales de que la Zona Euro podría evitar la recesión y de que se está relajando la intensa presión del mercado sobre Italia y España.
Grecia se aferra a la esperanza de un acuerdo de canje de bonos para evitar una cesación de pagos más extrema, aunque un acuerdo aún no está firme.
Pero los mercados parecen relativamente despreocupados ante la perspectiva de un impago griego forzoso, y ven cada vez más el problema como un hecho aislado. “Creo que estamos al borde de poner la fase aguda de la crisis detrás nuestro”, dijo el inversionista George Soros, añadiendo que creía que los bonos italianos representan una inversión especulativa “muy atractiva”. Lo que preocupa a Soros son las medidas de austeridad exigidas por Alemania, que causarían una “espiral deflacionaria de deuda”.
En la apertura de la reunión, la canciller alemana, Ángela Merkel, dijo que “Europa será un lugar más atractivo para invertir y hacer negocios cuando superemos esta crisis, y lo haremos, estoy segura”, dijo.
El ánimo prevaleciente entre los delegados era que el bloque había hecho progresos -ayudados por la liquidez del BCE y reglas fiscales más duras- pero que aún faltaba el crecimiento.