La victoria de Biden aún no es oficial, Trump no ha concedido, pero Biden va adelante 50,6% a 47,6% con ventaja de 4,6 millones de votos, pero lo que cuenta es el colegio electoral, y ya suma 279 votos electorales cuando necesitaba 270. ¿Qué significará para Ecuador un gobierno Biden?
En primer lugar, un borra y va de nuevo. El Presidente Moreno entabló una excelente relación con Trump, y éste ha demostrado ser consecuente con sus amigos y aliados. Recordemos que bajo Correa el Ecuador era el más importante aliado regional del chavismo, y Moreno dio un giro de 180 grados.
Trump ha enfrentado a Maduro, a diferencia de Obama, su predecesor, a quien lo que pasaba en Latinoamérica no era importante, con excepción de Cuba, con la que mejoró relaciones.
Bajo Trump, Washington incidió en que el Fondo Monetario acuerde un fuerte apoyo financiero al programa económico de Ecuador; dispuso que el USTR, su muy ocupada oficina de acuerdos comerciales, negocie con Quito un acuerdo comercial -mis fuentes me informan que cualquier atraso se debe más a la parte nacional que a la estadounidense, y dispuso la inusitada incorporación de un nuevo producto al sistema SGP de preferencias: las rosas, por pedido de Ecuador.
Adicionalmente, la embajadora Baki es comensal frecuente de la Casa Blanca, inédito para un embajador ecuatoriano. Baki estableció una excelente relación de amistad con los Trump para cuando organizó el concurso de Miss Universo en el gobierno de Lucio Gutiérrez, cuando la franquicia pertenecía al hasta ahora presidente.
Los presidentes republicanos son atentos a las necesidades de las empresas de su país, por lo que suelen apoyar su internacionalización. En el caso de Trump no ha sido exactamente así, pero el presidente, preocupado por la obligada transferencia de tecnología que impone China a las empresas estadounidenses, propuso un programa para estimular su traslado de China a Latinoamérica, lo que contribuiría muy significativamente al crecimiento regional.
Los presidentes demócratas suelen ser cercanos a los sindicatos, que se oponen a la internacionalización de las empresas y los acuerdos comerciales, por la exportación de empleos. En principio, el gobierno Biden tendría menos entusiasmo que el de Trump por un acuerdo comercial EE.UU. – Ecuador.
Biden pondrá más énfasis en temas no económicos: derechos humanos y calentamiento global. Priorizará las relaciones con los países grandes: México, Brasil y Argentina, a lo que habría que sumar Colombia, país de origen de su principal asesor latinoamericano.
A la Cancillería, como a Sísifo, le tocará recomenzar desde abajo para volver a trepar y hacerse oír en las altas esferas de Washington con la misma fuerza de hoy.