El Estado español colocó hoy en el mercado de la deuda letras a corto plazo, de tres y seis meses, por encima de la cantidad máxima prevista de 3 .000 millones de euros pero pagando intereses hasta dos y tres veces más altos que en la subasta previa celebrada en mayo, según informó el Tesoro Público en Madrid.
El interés medio de las letras a tres meses subió del 0,846 al 2,362 por ciento mientras que el de las letras a seis meses pasó del 1,737 al 3,237 por ciento, los niveles más altos registrado desde noviembre pasado. El importe total adjudicado ascendió a 3.077 millones de euros, ligeramente por encima del objetivo máximo de 3.000 millones de euros.
La demanda, principalmente de inversores nacionales, fue robusta y superó 2,7 veces a la oferta.
La subasta se produjo un día después de que España solicitara oficialmente un rescate bancario al Eurogrupo y horas después de que la agencia de calificación crediticia Moody’s rebajara de golpe la nota de 28 bancos españoles, entre uno y cuatro escalones, dejándolos a casi todos en el nivel de bono basura o al borde de este.
El resultado de la subasta confirma la persistente desconfianza de los mercados en la deuda española. La prima de riesgo, es decir, la diferencia del interés del bono español a diez años y el de Alemania, se mantiene cerca de los 520 puntos.
La rentabilidad del bono español a diez años también roza el 6,7 por ciento, peligrosamente cerca del 7,0 por ciento, nivel a partir del cual, según los expertos, un país puede verse forzado a pedir un rescate de la economía nacional, como ya ocurrió con Grecia, Irlanda y Portugal.