Se graduó en la Universidad de Columbia, en Nueva York. Habla cinco idiomas. Escribe bien. Con tremendo currículo, todos pensarían que para Mariana sería facilísimo conseguir o mantener su trabajo.
Pero, desafortunadamente para algunos, no basta con ser talentoso, inteligente o hábil. “El éxito está asociado en un 85% con la personalidad. Obviamente, lo académico es importante, pero la personalidad es lo fundamental”, revela Inés Temple, presidenta de la firma DBM Perú y Chile. Y explica que la personalidad consiste en tener una buena reputación, en ser una persona íntegra, responsable, seria, que mantiene su palabra. En ser y no en parecer.
Esa es justamente la mejor forma de ‘vender’ la imagen, de hacer marketing personal, al margen de la profesión que ejerza cada uno. Lo mismo sucede con los productos que están a la venta y aspiran a ser más que una moda.
Podrán ser muy bonitos y salir en comerciales muy creativos, pero, tal como aseguran varios publicistas, si la marca no proyecta autenticidad en su mensaje y no ofrece calidad, el consumidor optará, a la larga, por otra, así tenga que pagar más o trasladarse lejos para comprarla. La autenticidad y la calidad mantienen a una marca en el mercado.
“Siempre hay alguien que conoce a alguien que nos conoce. El comportamiento siempre es público, más aún con la existencia de Internet y las redes sociales como Facebook, Twitter o LinkedIn. Cualquier cosa que uno haga terminará ahí, y en el recuerdo de los demás, para siempre. Por eso, razón, marca personal y también la de la empresa se basa en la integridad y es un trabajo permanente”, puntualiza Temple.