El secretario de Gabinete de la Presidencia no cree que se repita hoy, el rechazo al TLC que se produjo en el 2003, – EL COMERCIO, 19 de febrero 2020-. Sin embargo, tres días más tarde el Ministro de la Producción y Comercio Exterior en declaraciones al mismo Diario, expresó: “No estamos hablando de un TLC, quiero ser extremadamente claro. Es un tratado comercial bilateral con exclusiones y situaciones convenientes para ambos países y el Ecuador protegerá sus sectores sensibles, agrícolas y productivos de manera adecuada”. El Ministro determina que los sensibles son: “Agrícola, textilero, automotriz, metalmecánica. Hay sectores identificados, unos con más preocupaciones que otros”. La periodista le inquiere por quienes viajaron a Washington de los sectores sensibles y el Ministro señala: “ Algunas cámaras, el Comité Empresarial- que agrupa a más de 100 gremios-, delegados agrícolas, de comercio exterior”.
La pregunta del millón es: si el ministro ya conoce cuáles son los sectores sensibles y otros identificados, por qué no difunde el estudio y la metodología que utilizaron, en aras a la transparencia gubernamental, y la importancia vital que tendrá este acuerdo para el futuro desarrollo de la economía del país, en particular para la diversificación de las exportaciones tanto de sus ampliaciones como de las nuevas? Recordemos que en muchas ocasiones esta clase de estudios – de existirlos – se transforman de secretos en obsoletos. O acaso nos quedamos con la imagen de “Libertad para comerciar”, que tan sutilmente nos deja Arcabuz,-22 de febrero-, porque de 940 productos que se exporta a EE.UU. según el Presidente de Fedexpor, presentar sólo 5 para un trato preferencial, si deja al menos un sabor amargo.
Llama la atención que, ninguna autoridad tanto del sector público como de los sectores productivos, nada expresen acerca de un “Estudio de las oportunidades del mercado de EE.UU. para la demanda potencial de productos y servicios ecuatorianos y cuáles los países competidores”.
El Ministro Ontaneda señala que: “Al regreso, la primera reunión fue con la economía popular y solidaria, pequeña industria y artesanos. El Gobierno va a impulsar un acuerdo, pero el que gestiona y requiere serán los dolientes, los propios sectores productivos”.
¿ Esperamos acaso que los “dolientes” de los sectores, productos y servicios – que ignoran el potencial de la demanda del mercado objetivo -, puedan identificar estrategias comerciales adecuadas?, y ¿qué del futuro de los “dolientes” potenciales? ¡Que descubran oportunidades una vez firmado el tratado!