El gobierno del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador condenó los hechos sucedidos en Nuevo Loredo. Foto: EFE
Un juez mexicano libró órdenes de aprehensión en contra de siete policías acusados de haber ejecutado extrajudicialmente a ocho personas en la ciudad de Nuevo Laredo, en el estado de Tamaulipas (noreste) , informó la fiscalía local.
Los siete policías implicados en el ataque a un supuesto grupo de criminales, que habrían sido abatidos, están acusados de “homicidio calificado”, “abuso de autoridad”, “falsedad en informes dados a una autoridad ” y “ allanamiento de morada”, detalló la fiscalía el lunes mediante un comunicado.
Pero la Comisión de Derechos Humanos de Nuevo Laredo (CDHNL) denunció que unos 25 policías estarían implicados en la muerte de los ocho presuntos narcotraficantes (cinco hombres y tres mujeres) ocurrida el 5 de septiembre en en esta ciudad limítrofe con Estados Unidos.
“Hay dos delitos que no han sido tomados en cuenta por parte de la fiscalía, tortura y desaparición forzada”, señaló Raymundo Ramos, presidente de la CDHNL a la televisora Milenio.
“Estas personas a quienes se les busca es muy probable que ya no estén en Tamaulipas”, agregó.
Los policías dijeron que realizaban un recorrido de vigilancia en el barrio Valles de Anáhuac cuando detectaron una camioneta negra, sin placas, desde la cual les empezaron a disparar, reportaron autoridades locales.
Según la versión de estos policías, se inició una persecución y los agresores llegaron hasta una vivienda desde donde siguieron disparando contra los policías.
Cuando los cuerpos fueron hallados, algunos de los atacantes vestían uniformes de tipo militar con insignias que los identificaban como miembros del llamado Cártel del Noreste, que opera en Nuevo Laredo, así como equipo táctico y pasamontañas.
Pero de acuerdo con testimonios recopilados por la CDHNL, los policías involucrados habrían sacado a estas personas de sus casas y las habrían vestido con uniformes militares, para luego asesinarlas y simular un enfrentamiento.
El gobierno del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador condenó los hechos.
Tamaulipas, una de las rutas para el tráfico de drogas a Estado Unidos, es uno de los estados mexicanos más afectados por la violencia derivada del narcotráfico.