Rodolfo Walther (derecha) junto al entrenador Raúl Grijale, en los exteriores de la sede de la Concentración Deportiva de Pichincha. Foto: David Paredes / EL COMERCIO
La investigación por el caso de los cuatro nadadores afectados por químicos en la piscina de Miraflores continúa. La Fiscalía ya ha procesado las muestras de agua recolectadas el martes 27 de agosto, pero los resultados aún se mantienen en reserva.
La diligencia dirigida por la Fiscalía, con el apoyo de un equipo de Criminalística de la Policía Nacional, realizó las respectivas entrevistas a los trabajadores e hizo un barrido del área. Esto, con el objetivo de levantar información y determinar si lo ocurrido en ese escenario puede estar catalogado como crimen.
Mientras las autoridades recaban información, los cuatro nadadores han mostrado mejorías en su salud. Matías Walther, quien tuvo afectaciones en sus vías respiratorias, permanece en cuidados intensivos. El viernes 30 de agosto fue desentubado y ya respira por cuenta propia.
“Hemos recibido buenas noticias. Matías ya respira por su propia cuenta. Está molesto por todo lo que sucedió. Por ahora se mantendrá en cuidados intensivos hasta que esté completamente fuera de peligro”, aseguró Rodolfo Walther, padre del nadador de 13 años.
El estado de salud de los otros tres nadadores aún es reservado. Según Gabriela Páez, madre de uno de los compañeros de los deportistas afectados, esperan que en aproximadamente ocho días se entreguen los resultados de los exámenes de sangre realizados por Medicina Legal, y los de toxicología, que serán claves en la investigación.
“Estamos esperando que la Fiscalía nos de algún tipo de respuestas. Deben entregarnos los resultados de los exámenes médicos y de los análisis que le hicieron al agua”, agrega Páez.
Además, aseguró que Isaac Abad y César Vinueza han reaccionado a los tratamientos. A los dos les están quitando poco a poco el oxígeno asistido. En el caso de Selene Rosero, permanece bajo observación permanente de sus médicos tratantes, en la UCI del Hospital Militar.
Según Walther, los médicos que atendieron a su hijo le informaron que los nadadores recibieron 150 veces más del químico que un ser humano puede soportar.
El diagnóstico de la mayoría de los afectados sería “quemadura química por el tóxico del cloro”, dijo Walther en declaraciones públicas.
La piscina de Miraflores estará cerrada hasta que culminen las investigaciones. Las selecciones de Pichincha se entrenan en la de Jipijapa. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO
Este Diario buscó la versión del administrador de la piscina de Miraflores, pero Concentración Deportiva de Pichincha, dueña de ese escenario, se negó a proporcionar mayor información.
David Téllez, jefe de prensa de la CDP, aseguró que el único vocero autorizado a hablar del caso es Jaime Ruiz, presidente de la institución deportiva.
“No podemos dar mayor información sobre el caso de Miraflores, porque hay una investigación en proceso. Lo que hay que aclarar es que la denuncia puesta por los padres de los cuatro nadadores fue contra el administrador de la piscina y no contra la institución”, agregó Téllez.
Raúl Grijales, entrenador del equipo juvenil, tampoco dio información por pedido de las autoridades. Hasta una nueva disposición, la piscina de Miraflores permanecerá cerrada. Todas las actividades acuáticas se las realizarán en las de El Batán y Jipijapa.
En días pasados, Ruiz aseguró que brindarán todo el apoyo a las autoridades para resolver este caso y que se aplicarán sanciones internas después de una reunión con el departamento jurídico de la CDP.
“El administrador fue trasladado hace un mes a ese cargo y tomó la actitud negligente de entregar el kit de productos químicos a una persona de limpieza”, dijo Ruiz.
Por ahora, el resto de la Selección de Pichincha retomó los entrenamientos junto a Grijales, en la piscina de la Jipijapa. Los nadadores se preparan para participar en los Juegos Nacionales de Menores que se disputarán en Cuenca.