La piscina de Miraflores permanecerá cerrada mientras continúe la diligencia judicial. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO
El panorama de Selena Rosero no es alentador. “Está conectada a las máquinas de respiración artificial y no ha respondido al tratamiento de corticoides”, confirmó Jaime Ruiz, presidente de la Concentración Deportiva de Pichincha (CDP).
Por este motivo, la CDP pidió asesoría del Ministerio de Salud para apoyar a los padres de Rosero. Este miércoles 28 de agosto del 2019 estaba previsto que se realice un análisis técnico de parte de esa cartera del estado para conocer la situación de la nadadora. La intensión es que pueda ser transferida a otro país para que sea atendida.
Una de las principales preocupaciones de los padres de familia es el trato que recibían sus hijos en la piscina. Ellos denunciaron ante el nuevo Directorio las carencias que hay en ese centro deportivo. Algo que fue confirmado por los entrenadores y los deportistas que acudieron a una reunión de carácter urgente convocada en las instalaciones de la CDP.
Ruiz, titular de la CDP, se deslindó de responsabilidad. Ante la prensa aseguró que lo sucedido en Miraflores fue causado por una negligencia de los administradores de la piscina. También afirmó que no existen protocolos de mantenimiento de aguas, en los últimos 30 años.
“El cloro no puede poner una señora que se encarga de la limpieza. Allí viene el procedimiento irregular; está persona procede a poner el cloro en la piscina cuando todavía los deportistas se encontraban en el ejercicio del entrenamiento”, dijo Ruiz y sostuvo que “no permitiremos que estos malos funcionarios permanezcan en la institución”.
En la reunión que se realizó este miércoles 28 de agosto del 2019 se llegó a acuerdos. Uno de ellos es que la CDP se hará responsable de todos los gastos en la recuperación integral de sus deportistas.
En el caso de Matías Walther, una tos constante después del entrenamiento en la piscina de Miraflores alertó a sus padres de que algo en el nadador juvenil no andaba bien. Rodolfo y Andrea Pardo, sus progenitores, lo llevaron de inmediato a urgencias del Hospital de Los Valles, donde recibió atención médica inmediata.
A dos días del incidente en la piscina de la Concentración Deportiva de Pichincha, que ocurrió el 26 de agosto del 2019, Matías está estable. Sigue conectado a la máquina de respiración artificial, pero aún no hay un diagnóstico preciso que determine cuáles fueron las causas por las que el campeón juvenil de menores esté en la UCI y que su vida corra peligro.
La gasometría arterial, prueba médica especializada para ver residuos tóxicos en vías respiratorias, detectó residuos de cloro y CO2. Sin embargo, los familiares esperan los exámenes de sangre que se le realizaron en las últimas horas.
Pardo afirma que la negligencia en la limpieza de la piscina fue reiterativa.
La consternación no ha parado. Los padres de familia consultados por este Diario coinciden con la versión de Pardo. Aseguran que hubo negligencias en el cuidado del escenario. En este sentido, la Fiscalía realiza ya investigaciones y se tomaron muestras de agua para análisis químicos. Hay al menos seis nadadores afectados, cuatro de ellos en cuidados intensivos.
¿Cuáles son los síntomas?
Las afectaciones en la salud por un consumo excesivo de ácido nítrico y cloro (productos utilizados habitualmente en piscinas) puede causar varios cuadros críticos.
Ineska Marulanda, Médica Internista, asegura que los síntomas por contacto tópico (nivel de piel y ojos) con ácido nítrico son: irritación, dolor, lagrimeo, erosión de la córnea que pueden producir ceguera. En causa de quemaduras severas, la piel adquiere un color amarillo y se presenta dolor y dermatitis.
“Si el paciente ingiere esta sustancia que es corrosiva, puede destruir los tejidos gastrointestinales. La exposición con el cloro en la piel podría provocar enrojecimiento, ardor y comezón. Pero si se inhala, los daños podrían ser a nivel de vías respiratorias”, dijo Marulanda.
Este producto causa dolor de pecho, vómitos, alteraciones en la respiración y tos, pero no quemaduras como las que presentan los cuatros nadadores afectados en la piscina de Miraflores.
¿Cómo se trata el agua en las piscinas?
Los expertos en mantenimientos de piscinas aseguran que lo primero que se debe controlar en el PH y se debe utilizar cloro residual.
“La cantidad de cloro debe ser proporcional y calculada dependiendo del volumen de agua que contenga la piscina”, asegura Bolivar Sánchez, un experto en este tipo de mantenimientos.
Sánchez recomienda que el mantenimiento del agua se realice en la noche y sin presencia de usuarios. Esto, por la reacción que pudieran tener los químicos en el cuerpo.
“Lo mejor sería hacer la limpieza del agua en la noche. Esto para que se pueda utilizar la piscina al día siguiente sin problema. Lo recomendable es que se espere al menos cuatro horas antes de utilizarla”, dijo el experto.
Para este tipo de tratamientos de agua se utilizan dos productos: cloro en polvo al 70% y ácido nítrico para bajar el PH para que no afecte en la piel de los nadadores y usuarios.
Este tipo de ácido se debe poner en cantidad mínimas con la intención de nivelar el PH. La medida es un litro por cada 100 metros cúbicos de agua.
Cristian Miranda, experto en limpieza de sisternas y piscinas, asegura que el cloro no debe ser líquido. “No está permitido poner ese tipo de productos de forma directa. Confundirlo puede ser fácil y al regar ácido en cantidades grandes puede considerarse contaminación directa”, dijo Miranda.
Comunicado de la Concentración Deportiva de Pichincha