Los miembros de la Asociación de Floricultores del Sur están interesados en exportar a través del aeropuerto de Cotopaxi (Latacunga).
Según datos de Expoflores, en el país hay 554 fincas de flores. Las provincias del sur registran 165: 74 en Cotopaxi y 91 en Cañar, Azuay, Guayas, Los Ríos, Santa Elena, entre otras.
“También se verían beneficiadas las fincas de Mejía y Rumiñahui (17 en ambos cantones de Pichincha)”, señaló Alfonso Arroyo, presidente del gremio de exportadores de esa zona de Ecuador.
El aeropuerto de Cotopaxi, actualmente, solo realiza vuelos de pasajeros. El presidente Rafael Correa, en su enlace sabatino, señaló que Saéreo realiza dos vuelos diarios en la ruta Guayaquil – Latacunga. “En abril vienen vuelos de Tame… y en mayo vendrán vuelos de Manta y Loja”, indicó.
Antes de su cierre para repotenciación, que arrancó en junio del 2009, sí había de dos a tres vuelos de carga por parte de Cargolux y otros a través de chárteres.
En ese tiempo entre 3% y 5% de la carga de flores del país salía de allí. Otro 5% de Guayaquil y el 90% desde la terminal de Quito. Actualmente, este último aeropuerto aglutina la mayor cantidad de carga de flores del país.
Los empresarios esperan que se dinamicen los envíos a través de Cotopaxi. En enero del 2011 John Terán, de la finca DiamonRoses, pidió a las autoridades acelerar la apertura de la terminal aduciendo: “Tenemos inconvenientes para exportar las flores desde el aeropuerto de Quito porque se maltratan en el viaje”.
Por su parte, Arroyo asegura que al enviar la carga a través de Cotopaxi tendrán otros beneficios, como menos congestión de aviones, que hará más “expedita” la operación y ventajas en los costos de transportación de las flores al aeropuerto, por ser este más cercano al de Quito (actualmente el precio por caja es de USD 1).
Estas razones han ido más allá del sector empresarial y se han difundido también a legisladores de Cotopaxi, entre los que está Fernando Cáceres (Alianza País).
“Los exportadores, no solo de flores, van a tener en las instalaciones del aeropuerto Cotopaxi toda la infraestructura que ellos requieran… La parte física está a punto… faltan algunos complementos… falta (también) consolidar y definir el manejo y operación de carga y pasajeros a través de compañías expertas”.
Precisamente, la Dirección General de Aviación Civil (DGAC) indicó a este Diario, a través de un correo electrónico, que existe el “interés de varias empresas internacionales expertas” en la materia para administrar “este aeropuerto, así como varios otros”. Incluso, no se ha descartado la delegación del manejo mediante “redes de administración de varios aeropuertos” del país.
En la misiva se especifica que si finalmente se decide delegar la administración se someterá a concurso. El proceso se hará con base en el artículo 100, de excepcionalidad, del Código de la Producción, vigente desde el 2010.
Este determina que el presidente, mediante Decreto Ejecutivo, podrá delegar a la iniciativa privada o a la economía popular y solidaria la gestión de los sectores estratégicos y la provisión de los servicios públicos de electricidad, vialidad, infraestructuras portuarias y aeroportuarias, entre otros.
La norma advierte que solo se podrá aplicar este mecanismo cuando sea necesario para satisfacer el interés público, cuando no existan los recursos económicos y técnicos o cuando el Estado, a través de sus empresas públicas o de carácter mixto, no pueda cubrir la demanda requerida.
Pero aún no hay definiciones concretas sobre la delegación de Cotopaxi y otras terminales. Pese a ello ya existen pugnas con respecto a los posibles concursantes.
“No vamos a permitir los cotopaxenses que se le entregue a Quiport. Ellos quieren hacerse cargo del manejo del aeropuerto de Cotopaxi… nos responde la ministra de Obras Públicas (María de los Ángeles Duarte) que Quiport está interesada en participar para operar el aeropuerto”, manifestó el asambleísta Cáceres.
Ante ello el presidente de Quiport, Philippe Barril, dijo no saber que se esté licitando y que el momento que se lo haga verán la posibilidad de concursar o no.
Los exportadores prefieren no tocar el tema político y aseguran que no están planteando que haya preferencia por uno u otro aeropuerto del país (en referencia a los terminales de Quito y Latacunga). “Aquel que nos preste el mejor servicio y el mejor costo será el que nosotros escojamos para desarrollar nuestra actividad”, señaló Alfonso Arroyo.