La proeza de “la locomotora de Carchi”, reconoce que el nuestro no es un pueblo aletargado en la crisis social, en el tráfico de estupefacientes o combustible, en el contrabando, en la inseguridad fronteriza, o en los malhadados “cachos” y la chacota. Por ello, desde cada una de las trincheras que la vida nos ubica al unísono decimos: “Dale locomotora dale” porque somos “Pastusos”, pues descendemos de los indomables Pastos y de hombres y mujeres que nos han legado su ejemplo de valentía, fuerza y heroísmo.
“Dale locomotora dale” porque ser pastusos constituye un orgullo, una honra, una alabanza! que nos obliga a reencontrar nuestras raíces, nuestro linaje para demostrar que todos somos iguales y juntos aupamos al progreso de nuestra provincia y desde este suelo bendito con las manos repletas de esa lucha que sigue latente y permanente, avanza declarando legal el tráfico de sueños proletarios.
Como el Giro de Italia, todo es volver a empezar, para tejer con los hilos del espacio sideral una luz, una ruta, un pódium. Allí está el valor de la vida.