Chen San-yuan, un abuelo taiwanés, recorre las calles de su isla con 24 teléfonos móviles y su bicicleta. Foto: EFE.
A sus 70 años, Chen San-yuan tiene una doble vida. Cada mañana, cumple su jornada como maestro taoísta de adivinación y el feng shui, un sistema filosófico que ‘administra’ las energías en los espacios. Pero -cuando la tarde cae- San-yuan, un adulto mayor taiwanés, se equipa con una bicicleta y 24 armas infalibles: los ‘smartphones’. Alerta y sigiloso, el hombre recorre las calles de Taipéi, una isla de Taiwán, en busca de una criatura más a los 45 millones de pokemones que ha logrado cazar en cientos de kilómetros.
Pero los estándares del ‘Tío Pokémon’ -como lo han apodado los moradores de su pueblo- no son simples: en su ‘arsenal’ abarca más de 40 teléfonos móviles y decenas de baterías de carga que aseguran más de 30 horas consecutivas de juego.
En Taiwán, la fiebre de ‘Pokemón Go’ causó revuelo en la comunidad. No era extraño, según lo reporta la agencia EFE, observar masivas concentraciones de personas que deseaban jugarlo sin importar el horario.
Chen San-yuan, un abuelo taiwanés, recorre las calles de su isla con 24 teléfonos móviles y su bicicleta. Foto: EFE
Su ingreso al mágico mundo de Pokémon se gestó hace menos de cuatro años, en el 2016. El culpable fue su nieto pequeño. San-yuan apenas había cumplido 66 años cuando él le mostró cómo capturaba decenas de
“Todo comenzó cuando mi hijo me regaló un teléfono, por mi cumpleaños, y mi nieto me enseñó a jugar a Pokémon Go. Fue un descubrimiento”, contó el abuelo a la agencia de noticias EFE.
A partir de su primera experiencia con un teléfono móvil, siguió comprándolos hasta que -en un año- logró conseguir más de 11. Así, levantó su bicicleta y comenzó a montarlos en su bicicleta. Después, decidió enfrentarse a un reto propio y jugar con 24 dispositivos, 22 sobre el manillar de la bicicleta y dos en sus bolsillos.
“Se me ocurrió usar muchos teléfonos porque en este juego es necesario subir de nivel por el número de capturas y, con más teléfonos, más capturas “, relató. La experiencia lo convirtió en un experto: puede utilizar más de nueve dispositivos al mismo tiempo.
Pronto, el abuelo se convirtió en un famoso personaje dentro de la comunidad taiwanesa. “Antes de que montase los teléfonos en la bicicleta se le veía en el parque con muchos teléfonos sobre una placa. Tuvo una gran idea al montarlos, porque así puede trasladarse donde aparecen los Pokémon”, relató Wang, uno de los habitantes que conoce al ‘Tío Pokémon’.
El valor de la experiencia es costoso. Cada mes, gasta más de USD 1 000 en su colección de teléfonos móviles y en su correcto mantenimiento. Pero eso no lo para. Tampoco el esfuerzo físico que dedica durante cientos de horas siempre y cuando, logre adentrarse en su misterio mundo y adopte a más criaturas.