La Agencia Nacional de Tránsito (ANT) aún no define el procedimiento para la devolución de los chalecos reflectivos que utilizan los motociclistas. Luego del anuncio del director de la ANT, Mauricio Peña, sobre la suspensión de la obligatoriedad, aún quedan dudas.
El funcionario aseguró que devolverá los chalecos a la empresa proveedora, para que ésta reembolse el dinero, pero algunos de esas prendas ya fueron entregadas a los conductores de motos.
Para la adquisición de 1,2 millones de chalecos de seguridad reflectivos, la ex Comisión Nacional de Transporte Terrestre, Tránsito y Seguridad Vial (Cntttsv) pagó USD 9,7 millones, en dos contratos. Adicionalmente, USD 6, 4 millones por 600 000 placas para motocicletas. Ambos contratos se celebraron entre enero del 2010 y el 2011.
Sin embargo, según un informe de Contraloría, la Comisión certificó que hasta diciembre del 2011 solo existían 273 144 motos matriculadas a escala nacional. Es decir, que, al parecer, se sobredimensionó la compra.
Ricardo Antón Khairala, ex director ejecutivo de la Comisión, fue quien, según el informe de Contraloría, suscribió los dos convenios con Intercontinental de Materiales Compañía Anónima IMC C.A.
Para suscribir los convenios no existió un estudio técnico previo que señalara el número de usuarios ni la calidad de chalecos y placas requeridos en diferentes provincias.
Según un informe de la Policía Nacional de Tránsito, de los 135 000 registrados en Quito, solo el 50% utilizó el chaleco.