Paulina Rodríguez
Odontóloga
Ser mujer es un enorme privilegio porque aparte de tener la capacidad de desempeñarnos profesionalmente tenemos algo divino y es dar vida. Es algo increíble poder formar dentro de nuestro ser otro ser humano. Tener ese don es lo más lindo. En el sentido profesional, ser odontóloga y tener mi propio consultorio me ha ayudado a desarrollarme, no solo soy madre y esposa. Ser una profesional nos permite evitar la dependencia al cónyuge y poder desempeñarnos por nosotras mismas. Es una batalla contra el machismo, que aunque no es muy marcado en el país, existe y se expresa por ejemplo en que una mujer se casa y no estudia, no se prepara. Yo tuve la suerte de encontrar una pareja que me apoyó para hacer mi maestría. Hoy, inclusive gano más que mi esposo, pero eso no quiere decir que yo sea más que él, por el contrario, es una relación de respeto. Tener mi propio consultorio me ha permitido tener un trabajo independiente, mis horarios y coordinar mi tiempo para no descuidar a familia. Ser mujer también es trabajar y aportar en el hogar.