Salud Electrónica, Cibersalud, eHealth, son términos ya familiares en el campo de la salud. Una denominación equivalente; Salud Digital, agrupa las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC’s) que se usan en el sector.
La Salud Digital comprende, básicamente, Salud Móvil; aplicaciones para profesionales, pacientes y público en general, dispositivos de monitorización, entre otros; Telemedicina, para la provisión de servicios médicos a distancia; Aprendizaje Virtual, de utilidad en la formación de personal; Registros Electrónicos de Salud, especialmente historias clínicas y sistemas administrativos; Redes Sociales informativas y; Big Data, datos a gran escala para identificar tendencias y prevenir enfermedades.
La Salud Digital avanza con la innovación; sensores térmicos inteligentes para detección precoz de cáncer; inteligencia artificial de alta precisión en diagnóstico de imágenes; impresiones en 3D de diseño individualizado y bajo costo; entornos simulados de realidad virtual. Ejemplos, solamente, de una dinámica febril imparable.
Conectividad, redes de alta velocidad, uso de la nube, telefonía inteligente, son determinantes de la digitalización que crecen incesantemente. Según datos oficiales, en Ecuador por cada 100 habitantes hay 87.4 abonados de telefonía móvil y 46.9 abonados de banda ancha; 54% utiliza internet. Indicadores al alza en consonancia con patrones mundiales. Acá también hay innovaciones; traductor de lenguaje en señas para personas con discapacidad auditiva; robot con potencialidad de uso en niños con autismo; sensores personales para prevenir infecciones hospitalarias; aplicación de fármacos sin usar jeringuillas; creativas invenciones de jóvenes universitarios de vanguardia….entre varias otras.
Para aprovecharlas, empero, la Salud Digital no debe ser pieza aislada, sino eslabón de servicios de salud operando en red; como los pioneros programas de telemedicina de la Universidad Técnica Particular de Loja y de la Universidad UTE, que lamentablemente por falta de apoyo naufragaron, no obstante su valía para proveer Atención Primaria de Salud en zonas remotas. Bajo el concepto de red, iniciativas hoy existentes de telemedicina para personas con Diabetes o Hipertensión mejorarían su acceso, reduciendo costos.
Utilizar juiciosamente la tecnología en salud, exige construir una estrategia nacional liderada por los Ministerios de Salud y Telecomunicaciones -con participación privada y de la academia- creando adecuados marcos legales, de financiamiento, talento humano, inversiones e interoperabilidad, inserta en una política pública de interés general. Así, la Salud Digital estará al servicio de la población. Sin ella ahondará exclusiones y quedará, cual artículo de lujo, reservada para pocos.