Personal de la Dinased supervisa los trabajo de excavación en un terreno de Bellavista, en el norte de Quito. Foto: Roberto Peñafiel / EL COMERCIO
La mañana de este 26 de diciembre del 2018, en el terreno de Bellavista (norte de Quito) estaba previsto que se realice una nueva reconstrucción de hechos, con la presencia del pastor evangélico, principal sospechoso de la desaparición de Juliana Campoverde.
Esta diligencia fue solicitada por los abogados del procesado dentro de la fase de investigación pública. La idea era demostrar cómo supuestamente lanzó el cuerpo sin vida de la joven en el terreno.
El religioso, acusado de secuestro extorsivo con muerte, fue trasladado desde la cárcel de Latacunga donde se encuentra encerrado. Pero cuando iba a iniciar la reconstrucción se rehusó a colaborar.
La madre de Juliana, Elizabeth Rodríguez, dijo sentirse burlada e indignada porque el procesado “aún no dice la verdad”.
Antes de que el detenido tome la decisión de no participar la reconstrucción, una retroexcavadora limpiaba el sitio donde se iba a llevar a cabo la búsqueda. Ese movimiento de tierra ocasionó que un árbol cayera sobre una de la abogadas de la familia Campoverde.
La jurista recibió el impacto del árbol en su pierna izquierda. Luego vino una ambulancia y la trasladaron al hospital Carlos Andrade Marín para una valoración médica.
Además, a las 16:00, estaba previsto que la Fiscalía realice una excavación en el patio de la casa del religioso ubicada en el norte de Quito. La idea es encontrar los posibles restos de la joven.
El viernes 21 de diciembre del 2018 se realizó una búsqueda con georradar en el domicilio y se detectó que hubo movimientos de tierra en el jardín, a un metro de profundidad.