Es comprensible que la disciplina y las relaciones de mando dentro de FF.AA. hayan sufrido un resquebrajamiento ante el paso del tiempo que ha generado nuevas percepciones de libertades, derechos, relaciones ciudadanas, sin una actualización prolija de leyes y reglamentos, junto con acciones del gobierno anterior orientadas a trasplantar la lucha de clases a los cuarteles sin estimar las consecuencias en un régimen jerarquizado por naturaleza.
Al mismo tiempo, los ciudadanos exigimos que se incremente la transparencia para el tratamiento de temas que incumben a la ética y buen manejo de la administración pública en hechos como por ejemplo: la salida hace algunos meses del Comandante del Ejército en medio de cuestionamientos por presuntamente haber conformado un sistema de espionaje particular. Hechos como este merecen una investigación y resultados que deben ser informados a la opinión pública para fortalecer su confianza, después de cuestionamientos y debates que generan las investigaciones de los casos GaBela, Balda, venta de munición e infiltración del narcotráfico.