La explicación necesaria es que estar en el filo del abismo, sobre una roca que podría aflojarse, puede ser visto en positivo -porque podría ser que se estaba rodando montaña abajo y se detuvo a tiempo en el filo del abismo-; y, en negativo – porque al no salir del filo del abismo, podría desprenderse la roca y se seguiría al abismo-.
Con Correa estábamos rodando montaña abajo, en el entorno de la multiplicación de fraudes en la información y por la corrupción. El peor riesgo era aproximarnos a lo que hoy son Venezuela y Nicaragua, pasando por la afectación a la dolarización. Lenín Moreno, días atrás, en España, por su accionar lo tachó de “matón de barrio”, cuyo significado vulgar es el de agresor que con poder, acompañado de los “suyos”, es capaz de cualquier cosa, pero cuando pierde poder y/o acompañamiento es un cobarde.
Con el Presidente Moreno, nos detuvimos en la roca, aun no debidamente sostenida, por lo que falta asegurar que la roca no se desprenda, alejarnos del filo del abismo y fortalecer la democracia y la economía.
¿Qué conspira contra lo que se requiere? La falta de coherencia en los entornos del poder, desde donde se envían señales que confunden a los ecuatorianos, en lo político y en lo económico.
¿Hay quienes pretenden un correato sin Correa? Así podría ser percibido de dársele valor a lo presentado en Cuenca -días atrás- por una facción de Alianza País, que se autodenomina “Vamos”, liderada por Augusto Barrera, titular de la Secretaría de Educación Superior, Tecnología e Innovación, en que estarían varios Ministros de Estado y otros altos funcionarios.
Elizabeth Cabezas, Presidenta de la Asamblea Nacional, ha expresado que lo actuado por Barrera “es totalmente criticable” (…) “paralelamente y con estructura del Gobierno -¿qué habrá querido decir? – quiere formar nuevas corrientes políticas que lo único que hacen es debilitar a las existentes y también a los procesos que se han manejado hasta ahora”. Su objetivo evidente es cuestionar lo que tachan de aperturismos de Moreno, en su segundo año de gobierno, para presionar la recuperación de lo que llaman líneas ideológicas de izquierda y seguramente colocar sus cuadros en las candidaturas que irán a elecciones en marzo del 2019.
Actitudes aisladas como las de María José Carrión, amenazando procesar por “linchamiento mediático” a la periodista Janeth Hinostroza; o, de la Ministra de Justicia, Roxana Alvarado, burlándose de caso Galo Lara, están en la línea del correato.
¿Las rectificaciones de Moreno con su actual equipo económico son confiables?, quiero pensar que sí, pero cuidando que no se distorsionen hacia lo que podría cuestionarse como permisividad para formas de filibusterismo en el siglo XXI.