El Índice de Desarrollo Humano 2011 (IDH), del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, se publicó el pasado miércoles. Se trata de un informe que involucra a 187 países a escala mundial.
El estudio ubica a Ecuador en la categoría alta, ya que ocupa el lugar 83. La investigación se realiza desde hace 21 años y combina la prosperidad económica con niveles de educación y expectativa de vida de la población.
En estos años, el valor de IDH del país aumentó un 36%. Al ver los Índices del año pasado, el país se ubicó en el puesto 77, pero la lista de naciones que conformaron el estudio fueron 169.
Según el informe, no se debe comparar los valores y las clasificaciones de las publicaciones anteriores, ya que han aumentado el número de países en el estudio y la metodología ha cambiado.
El informe del presente año señala que Noruega, Australia y los Países Bajos ocupan los primeros lugares del mundo en el IDH. Mientras que la República Democrática del Congo, Níger y Burundi se encuentran en los últimos lugares de la clasificación, que mide indicadores nacionales de salud, educación e ingresos.
El documento también revela que la distribución del ingreso ha empeorado en la mayoría de los países. Así, “América Latina sigue siendo la región más desigual en materia de ingresos, a pesar de que algunos países como Brasil y Chile han conseguido reducir sus respectivas brechas internas”. El último país de la región es Haití en el puesto 158.
El IDH muestra que, en términos generales, si se tiene en cuenta la esperanza de vida y el nivel de escolaridad, América Latina es más equitativa que algunos países ubicados en África o Asia.
Según el informe del Programa de las Naciones Unidas, las políticas públicas de los diferentes países “deben llegar a la gente, contemplar el conjunto de restricciones que perpetúan la pobreza y la desigualdad y las personas deben sentirse y ser agentes de su propio desarrollo”.
De la misma manera, este organismo señala que las mujeres, la población indígena y la afrodescendiente son más afectadas por la desigualdad. Las mujeres, además, “tienen mayor presencia en la economía informal y acarrean con una doble carga laboral”.
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