Después del terremoto se prometió la reconstrucción de los centros sanitarios y de atención primaria, hasta el momento no hay ninguno en funcionamiento.
Por el contrario, el hospital regional de Portoviejo, el más antiguo de la provincia, con más de un siglo en funcionamiento, fundado por Pedro Schumacher, segundo Obispo de Portoviejo, está siendo desmantelado para uso obstétrico. Se le borró incluso el nombre; ante las protestas se ha vuelto a poner el nombre y se ha publicado en una nota de la Zona 4 de Salud que seguirá en funcionamiento, mientras tanto los profesionales sanitarios que fueron trasladados no han regresado, el hospital de especialidades sigue inconcluso y con asistencia ambulatoria, por tanto no hay ingresos de enfermos. Los hospitales de Chone, Bahía de Caráquez, Jama, Pedernales, siguen en los interminables trámites burocráticos.
Mientras tanto, la provincia sigue desasistida, hay que conseguir dineros prestados de familiares y amigos para ir a Guayaquil a los hospitales públicos, resultando una deuda enorme que hay que pagar y sin curar las dolencias y enfermedades. La administración central del país tiene que reaccionar ante este