Si la Virgen de El Panecillo mira al norte y da las espaldas al sur, el Alcalde y exalcaldes de Quito parecen hacer exactamente lo contrario. Esto podemos afirmar quienes usamos el sistema integrado de transporte público metropolitano y nos movilizamos entre el hipercentro y el norte de Quito.
Deseo comparar el sistema de transporte público municipal que sirve al sur y al norte de la ciudad. En el 2000 el sistema Trolebús se extendió hasta la estación Morán Valverde y en 2008 hasta Quitumbe. En la actual administración el sistema de Ecovía se extendió hasta Guamaní. El corredor occidental Metrobús-Q tiene paradas exclusivas hasta la Hcda. El Carmen y una conexión directa hasta Quitumbe.
En contraste, en el norte de la ciudad, el sistema Trolebús avanza hasta la estación La Y, el sistema de Ecovía hasta la estación Río Coca y el Metrobús-Q hasta la estación de La Ofelia. Recientemente, se conectó la estación La Y con el Terminal Interprovincial de Carcelén mediante buses biarticulados de combustión no eléctricos y sólo con tres paradas improvisadas.
En Ecovía existe una línea alimentadora hacia el terminal de Carcelén y hasta Calderón y Carapungo. En el sistema Metrobús-Q varias paradas fueron removidas entre La Ofelia y Carcelén y se reemplazaron por una conexión directa de bus a Carcelén.
Por todo esto se hace necesario preguntar: ¿por qué los sistemas de Trolebús y Ecovía no se han extendido más hacia el norte? Con la construcción del Metro seguramente esta carencia no se resolverá pues llegará hasta El Labrador y los barrios del extremo norte como: Cotocollao, Carcelén Bajo, Calderón, Carapungo, Comité del Pueblo, etc. continuarán siendo servidos mediante líneas alimentadoras. Pregunto: ¿no es hora de que también se mire al norte de la ciudad incluyéndolo en el plan integral de movilidad? Me gustaría que alguien pudiera responder.