Nunca fui partidario de AP-35 y el correato. Con el triunfo inobjetable del sí, en la Consulta, el país vive momentos de expectativa y con la esperanza de transitar por los senderos de una auténtica democracia, que no la tuvo y desapareció con la mentira y engaño del Socialismo del Siglo XXI, la Revolución Ciudadana, la “década ganada”.
El Seguro Social, fue una de las instituciones, entre otras, que sufrió la arremetida sin límites del correato, para atracar sus fondos, haciendo uso y abuso de los mismos. De manera irresponsable eliminó el aporte del 40%, como obligación del Estado, para el financiamiento de las pensiones jubilares (Arts. 371 y 372 de la Constitución) y el ex presidente del Consejo Directivo, traspasó ilegalmente (Art. 122 de la Ley del Seguro Social), más de 1 800 millones del Fondo de Pensiones al Fondo de Salud, con la complicidad de las demás autoridades del IESS.
El Presidente, tiene la obligación de restituir dicho porcentaje y cumplir, además, con su ofrecimiento de velar por el bienestar de los jubilados, para que percibamos pensiones dignas y no la burla de la que hemos sido víctimas, cuando en las pensiones de enero, constatamos con tristeza e indignación, el “aumento” miserable del 0,40%.
Los jubilados elevamos nuestras voces de protesta con la altura, valentía y dignidad. Este justo reclamo es el clamor de hoy y que toca los oídos y conmueve las conciencias.