Una vez que se ha cumplido uno de los objetivos del Gobierno, dejar sin efecto la reelección indefinida, haciendo presente que la alternancia en el poder es saludable para una sociedad, pues lamentablemente el poder corrompe en el tiempo a quien lo ejerce, así lo demuestra nuestra historia…
Ahora, el esfuerzo mayor debe encaminarse a alcanzar una economía sostenible, pues el país debe hacer frente a un endeudamiento muy elevado, que a simple vista sobrepasa la capacidad de pago, prácticamente el pago anual de la deuda es igual al valor total que el Gobierno recibe como tributos anualmente… No cuenta con medios suficientes para sostenerse, peor para crecer, transformando al país en un ente con un futuro incierto, que tiene que endeudarse cada día un poco más para subsistir.
La austeridad y la producción se imponen. Es menester reducir urgentemente el gasto público para sobrevivir, y así mismo, debemos esforzarnos en producir día y noche mucho más de lo actual. El Ecuador es un país bendecido, dotado de riquezas que sabiendo utilizarlas en pro de su desarrollo, superará los escollos del momento.
Debemos evidenciar los productos más competitivos para abrir un mercado internacional que sustente nuestro desarrollo, y, no hay duda que el producto orgánico, sin químicos, se impone. Gracias a la riqueza de nuestro suelo y en general a nuestra naturaleza nos coloca en una posición de progreso que elevaría nuestra autoestima para producir cada día un poco más, especialmente si a la materia prima producida la transformamos en un producto terminado, alcanzando así, uno de los objetivos permanentes que deben estar determinados en el plan de desarrollo que obligatoriamente debemos elaborar ya y ejecutarlo de inmediato.