Es indignante y vergonzoso, haber ratificado a la Sra. María Fernanda Espinoza, como Canciller de la República, una persona, que no posee los méritos, ni la preparación en el campo de la diplomacia, ya que es obligatorio pertenecer a la carrera diplomática, para ocupar ciertos cargos, que ameritan el desempeño de dichas funciones.
Es imperdonable el error de la Canciller haber concedido cédula de ciudadanía a Julian Assange y haberle dado la naturalización, estatus que Reino Unido se negó a aceptar. Se debería realizar una Junta Consultiva de Relaciones Exteriores, que incluya a todos los ex cancilleres para dirigir la Política Internacional, de lo contrario seguirán habiendo errores.
El Presidente como Jefe de la Diplomacia, debería pedir la renuncia inmediata de la Canciller, no olvidemos que cuando estuvo en el Gobierno de Correa cometió otro desliz al votar en la reunión de Cancilleres en el Perú a favor de Maduro. ¿Pensaría que Assange, provisto de inmunidad diplomática, hubiera podido eludir la justicia de Gran Bretaña, salir de la Embajada y ejercer libremente actividades reñidas con la ética y la moral, como ha venido haciendo?