Conviene recordar el pasado para interesar a los actuales miembros de la Asamblea , recién elegidos, a fin de que eviten convertir al recinto Legislativo en un antipatriótico campo de batalla.
Arribó al poder, el 10 de agosto de 1979, el Presidente Jaime Roldós Aguilera. En la entonces Cámara Nacional de Representantes, el partido Concentración de Fuerzas Populares CFP alcanzó 43 curules. Pero no fue el partido que le apoyó el que le puso la banda presidencial, sino un legislador delegado, Don Arquímides Valdez. Esa fue la primera muestra de la guerra que vino posteriormente, pues el Presidente Roldós apenas escogió para el gabinete a cuatro cepefistas, del partido triunfador en ese poder.
Un relato pormenorizado y auténtico del hecho aparece en el libro “Memorias-Entre el populismo y la dictadura”, de Alfonso Espinosa de los Monteros, periodista quien continúa en esa loable labor con notable éxito.
De poco o nada sirvió que se produjera una concentración masiva en la plaza San Francisco, donde se posesionó ante el pueblo.
Apareció el legislador Ing. León Febres Cordero, a quien los guardias le cerraron el paso. Asaad Bucaram, Presidente de la Asamblea, durmió en el recinto Legislativo y al enterarse del desaire a Febres Cordero, bajó en pijama, increpó a los guardias, les ordenó respetar al legislador y le invitó a ingresar.
“En la avalancha de nuevas leyes, surgió Carlos Julio Arosemena con la reducción semanal laboral de 48 horas a 40 horas”.
El Presidente Roldós tuvo que aprobar esa ley. La demagogia estaba a la orden del día, pues “También se llegó a plantear que los aportes individuales al IESS, pasaran a ser pagados por los patronos”. Todos querían congraciarse. Roldós habló de un “baratillo de ofertas” que estrangula al país y amenazó con un plebiscito para reformar la Constitución. El legislador Otto Arosemena propuso la jubilación de la mujer a los 25 años de trabajo. Fue aprobada.
La pugna de poderes era más que notoria. La situación económica condujo al Presidente Roldós a manifestar en su discurso de posesión: “Si hablamos de economía hemos heredado un paralítico”. Opina el autor del libro y testigo presencial de esos hechos que… “esto se volvía insostenible para el Gobierno pero el Congreso no ayudaba, más bien complicaba las cosas aumentando los gastos”. Replicó el Gobierno que… “tenía reglas claras para el sector privado y que había que invertir con confianza”.
En accidente aéreo falleció el Ministro de Defensa gral. Rafael Rodríguez. El Presidente Roldós fue personalmente a constatar semejante desgracia. Nueva pregunta de Alfonso Espinosa de los Monteros: “¿Intuía Roldós que le esperaba final parecido en esas mismas montañas?” Los Legisladores son elegidos para servir a la Patria y no para peleas inútiles.
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