En la década de los 50, el único parque del Centro Histórico era el Hermano Miguel. Este se ubicaba entre las calles Cuenca y López, en el sector de El Tejar.
Una fotografía, tomada por vecinos del sector, muestra un parque con palmeras, espacios verdes, caminerías y gradas.
“Era un lugar tranquilo, donde los niños jugaban y los adultos caminaban en paz, antes de ser invadido por los comerciantes y de que se instalaran las cacharreras (comerciantes)”, recuerda Fabiola Montúfar, quien vive 40 años en la zona. En la actualidad, en esos predios se levantan los Centros Comerciales del Ahorro.
Imágenes como estas se recogen en el libro ‘Retrospectiva de la Memoria de El Tejar’, que fue presentado el 14 de octubre pasado.
La publicación nació del trabajo final de la Escuela de Gestión Cultural a la que asistían Montúfar, Nancy Sandoval y María de los Ángeles Villacrés.
A estas tres dirigentes barriales les tomó dos meses elaborar el libro, que es una recopilación fotográfica que muestra a El Tejar actual y como era antaño. Durante este tiempo, organizaron actividades que involucraron a los vecinos. “De estas reuniones salieron las fotografías. Todos tenían una foto para compartir”, comentó Lidia Rueda, miembro del Comité Barrial. Se imprimieron 5 000 ejemplares de la publicación, que tiene 32 páginas.
El propósito del libro es mostrar las transformaciones en el entorno que ha tenido El Tejar. Este es un sector tradicional de Quito que agrupa a 10 barrios. Su nombre lo debe a que allí se instalaron hornos donde se elaboraban las tejas de la ciudad. En la actualidad ya no existen.
Entre los cambios está la construcción de los túneles, que llevan el mismo nombre. Estos son el portón de entrada al Centro de la ciudad. En la página 18 se muestra una vista panorámica de El Tejar, antes de que se construyan los túneles. Había más espacio verde y no hay un solo vehículo.
Según Montúfar la identidad del barrio y las costumbres también cambiaron. Por el asentamiento desordenado de los comerciantes el barrio se volvió inseguro. Las fiestas religiosas, como la de la Virgen del Tránsito, que llenaban las calles del sector durante las noches, perdieron continuidad. “Al rosario de la aurora ya nadie salía por temor”.
En una sección del libro se resalta a El Tejar como un ícono de la historia. Hay lugares como la Capilla de San José, que son emblemáticos. Allí está la cripta donde descansan los restos del patriota Eugenio de Santa Cruz y Espejo. “En esa época era el único lugar donde se podía enterrar a los indígenas y mestizos”, dice Montúfar.
Desde hace 10 años, El Tejar se organizó en un Comité Barrial y trabaja para recuperar su identidad. El primer logro fue recobrar el nombre. Según Montúfar, por los centros comerciales se le empezó a llamar el ‘barrio Ipiales’.
Lidia Rueda dice que gracias a la organización que tienen han recuperado espacios como la esquina de las calles Chimborazo y Chile, que era un botadero de basura. Ahora los vecinos conocen que hay sanciones.
Las proyecciones
El 23 de noviembre, El Tejar participará en la Semana de La Identidad Cultural, que se realizará en la Casa de la Cultura.
Desde el 2009 se desarrolla el proyecto de manejo integral de residuos sólidos, que impulsa el Municipio de Quito.