Lo dicen los analistas y lo confirman los empresarios y los emprendedores. El primer semestre de este año será un tiempo de espera, un espacio para observar cómo se desarrollan el acontecer político y económico del país.
Los primeros seis meses del 2017 estarán marcados por la política: primero por la campaña electoral, luego por las elecciones de febrero y, de ser el caso, por la segunda vuelta en abril. Luego vendrá la posesión del nuevo gobierno, a finales de mayo. Y recién a inicios de junio se espera que el panorama esté más despejado para el sector empresarial y para esos nuevos héroes modernos llamados emprendedores.
Serán entonces cinco meses de espera y muy probablemente un mes más para que la actividad productiva del país tenga nuevas y claras reglas de trabajo.
Pero la espera no será en vano. Los empresarios y los emprendedores y a tienen detectadas oportunidades en su radar de acción. La primera es el acuerdo comercial con la Unión Europea, vigente desde el 1 de enero de este año. El acuerdo abre dos puertas en el Ecuador: exportar al bloque europeo con aranceles bajos e importar productos, más aún con la eliminación de salvaguardias, anunciadas por el gobierno para junio. En resumen, se generan oportunidades para más y nuevos negocios.
Para el segundo semestre todos esperamos que la situación económica mejore. Con el nuevo gobierno se darían incentivos y reglas claras. Pero también serán vitales el olfato y la visión del empresario ecuatoriano para saber qué es lo que pide el mercado, qué es lo que el consumidor está buscando.
No es tarea sencilla, pero quedarse cruzados de brazos en espera de soluciones mágicas no es una opción. Sobran ejemplos de emprendedores que arrancaron en tiempo de crisis, en Ecuador y en el mundo. Imitémoslos.
El año que arranca, como todos, trae grandes desafíos y será necesario emprender, arriesgar, soñar, tener claro que habrá caídas, pero también levantadas.