El castigo que debe sufrir una persona que ha cometido un delito debe estar tipificado en las leyes. Las penas previstas en las leyes, en teoría guardan proporción con los delitos cometidos. Algunas veces, jueces con inclinaciones preferenciales, las agravan o las disminuyen. Esto es contra la Ley.
Nadie, y menos autoridad alguna en el campo legal, puede establecer que exista otra clase de castigos para los que hayan cometido un delito. Esto significa, ni más ni menos, que los castigos pueden ser inventados o improvisados por cualquier juez. Cualquier persona que haya estudiado leyes sabe que esto es un principio básico en materia de justicia.
Una persona que ha salido del país para eludir un castigo a causa del cometimiento de una infracción, está cometiendo un doble delito: uno, aquel por el cual se le juzga, y, otro por eludir la Ley. Es desafortunado que un abogado, ejerciendo un alto cargo en el Estado, encargado de perseguir a los infractores, salga a decir que el estar exiliado y escondido es un castigo ya suficientemente severo.
Me pregunto, un prófugo que huyó con millones de dólares, producto de delitos contra el pueblo, viviendo en otro país, así sea que esté “escondido” de quienes los persiguen, y que vive lujosamente disfrutando de millones mal habidos, ¿está sufriendo un castigo? Solamente en mentes ingenuas o desconocedoras del ordenamiento legal, puede surgir idea tan peregrina.