El Festival de la Cultura termina hoy (4 de noviembre de 2016) en Alausí. Foto: Cortesía.
Las danzas tradicionales de la Sierra y la Costa fueron la atracción principal del Festival Internacional de la Cultura, un encuentro de agrupaciones de danza latinoamericana.
Este año, el Festival cumplió su tercera edición y los artistas recorrieron cinco ciudades del país llevando el arte de la danza y su música.
En el evento participaron ballets folclóricos de México, Colombia, Perú y Bolivia. Ellos presentaron ritmos tradicionales y las escenas más coloridas de sus países, como el carnaval de Barranquilla, la marinera peruana, la morenada boliviana, entre otros, que encantaron a los asistentes.
Entre tanto, las agrupaciones ecuatorianas optaron por representar escenas típicas de las comunidades indígenas de la Serranía, como las fiestas del Inti Raymi, la disputa entre cencerros y penoneros de Imbabura, la vida de la cultura Puruhá, entre otros ritos tradicionales que rememoran el pasado precolombino e incaico.
Los bailes montuvios de Manabí y la bomba del chota, también fueron parte del show que concluye esta noche en la Plazoleta Cívica Guayaquil, situada en el centro histórico de Alausí, al sur de Chimborazo.
“El propósito de este festival es la difusión cultural. Queremos que la gente se sienta más identificada con sus raíces al mirar bailes de otros países”, explicó Juan Carlos Huaraca, director de la Fundación Cultural Ñucanchic Ecuador y promotor del evento.
Esta agrupación, que también cuenta con un grupo de danza que ha representado al país en varios eventos internacionales, es la organizadora del encuentro anual de grupos de baile de América Latina.
El festival se realiza desde el 2013 con recursos que han sido gestionados por el grupo. Además han contado con el apoyo de algunas instituciones públicas.
El festival se inició el viernes pasado (28 de octubre de 2016) en Riobamba, provincia de Chimborazo. La tribuna del Coliseo Teodoro Gallegos Borja se llenó de espectadores que disfrutaron de un espectáculo que duró cerca de dos horas en donde el baile y la música fueron el punto central.
“Nos enorgullece ver el alto nivel de nuestros bailarines en comparación a los grupos de otros países. Nuestro folklore es diverso y a pesar de ser una ciudad pequeña, estamos a la altura”, opinó Xavier Aguilar, parte del colectivo de artistas de Riobamba.
Para los bailarines de las tres agrupaciones de danza que representaron al país, el Festival internacional también es una experiencia para mejorar el nivel técnico de sus participaciones. De hecho, ese es uno de los objetivos secundarios de los organizadores.
“Las agrupaciones participantes son profesionales y tienen un alto nivel técnico. Para nosotros, este Festival también en una experiencia de aprendizaje, es una oportunidad para entre telones compartir técnicas y coreografías”, cuenta Mauricio Broncano, uno de los bailarines participantes.
El evento termina hoy (4 de noviembre) y ha servido para ganar más popularidad. La gente que los ha visto bailar se siente identificada con los ritmos de los países del Cono Sur. Además, cada agrupación participa con sus trajes y atuendos típicos, lo que permite además aprender de historias y tradiciones de otras partes del mundo.