Definimos a un profesional con experiencia en el campo laboral, cuando a más de haber obtenido un título de tercer nivel en cualquier rama, ha realizado una práctica prolongada, lo cual le ha proporcionado habilidad y acumulación de conocimientos suficiente como para definirlo como un Director o maestro en esa rama específica.
Si a más de ello, se complementa con estudios de especialización en cualquier actividad, podemos decir que esa persona alcanza un título de cuarto orden, con el grado de Maestría, Master, Magister, PH D o Doctor, títulos que se los consigue en 3 o 6 años de estudio, dependiendo el país y todo esto con la defensa de una tesis práctica.
Hago esta referencia pues es común en nuestro medio, que luego de haber obtenido un título de tercer nivel, de inmediato optamos por obtener una maestría o Ph D, lo cual no es nada práctico ni óptimo pues si bien hemos conseguido ser un profesional de cuarto nivel, pero con experiencia cero. Este profesional al entrar a la vida práctica las decisiones que tome no serán del todo las más acertadas, pues una cosa es la teoría y otra la práctica.
Lo que quiero decir que todo profesional después de haber tenido cierta experiencia laboral, digamos unos cinco años como mínimo, para que pueda optar por especializarse, con ello ganaríamos todos, tanto las instituciones que contratan un profesional con experiencia probada y el país que sabe que los conocimientos que el imparte son fundados en los conocimientos adquiridos en sus años de experiencia y no de ninguna improvisación como actualmente vemos en el sistema educativo y en el que se ensayan copias mal hechas de otras latitudes como los quimestres en la que los estudiantes demuestran cansancio y poco rendimiento.