Tras ser víctima de maltrato durante una gran parte de su vida, Lory una cachorra de cocker spaniel de solo seis meses de edad presentó un hematoma en la cabeza y una fisura en su cadera que no requirió de cirugía. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO.
Lory, una cocker spaniel de seis meses, fue rescatada por la Agencia Metropolitana de Control (AMC) el miércoles 25 de mayo de 2016. Algunas personas realizaron una denuncia de un individuo que “además de golpear a su esposa e hija, golpeaba a diario a la perrita”, indicó la organización Patitas Callejeras en un comunicado. Este can presentó “golpes severos en la cabeza, posible fractura de los huesos parietales, dolor abdominal y cojera de la pata posterior izquierda”, indica la publicación.
No era la primera vez que se rescataba a un animal en manos del mismo hombre, dijo la organización. Ya se le había retirado dos perras: Melcocha y Princesa. La primera fue rescatada hace seis años y la segunda hace siete meses. Ambas tenían signos de maltrato. En estos casos también se realizaron denuncias ciudadanas y los canes fueron rescatados por la AMC. Desde enero de este año hasta el 9 de junio de 2016, esa institución ha realizado 483 inspecciones por denuncias de este tipo.
Luego de un examen minucioso se determinó que la cachorra no tenía fracturas, pero sí un hematoma en la cabeza y una fisura en la cadera. Si bien no está claro cómo el hombre obtuvo los animales, en el país las formas de obtener un perro son a través de la compra, adopción, rescate de un animal de la calle y recibirlo como un regalo.
Las fundaciones de rescate hacen el trabajo de salvar la vida de los animales en condiciones de abandono o maltrato y darlos en adopción. En sus blogs se publican a diario decenas de casos de perros y gatos que necesitan ser rescatados y nuevos hogares. Las causas son abandonos por cambios de casa, maltrato, atropellamientos, entre otros.
En el 2015, por ejemplo, Patitas Callejeras realizó 530 rescates, PAE realizó 449 rescates y Camino a Casa rescató a 320 animales. Estos operativos se hacen según la disponibilidad de espacio en las clínicas veterinarias que les permiten pagar a crédito las facturas. Cuando las deudas no se pagan por la falta de donaciones, los rescates paran.
Estas organizaciones y otras de rescate y protección animal realizan seguimientos a las familias que adoptan a sus rescatados. Es decir, durante toda su vida, las fundaciones realizan visitas, piden fotos y reportes del estado de salud de los animales para verificar que estén en buenas manos. Si existe maltrato o negligencia en el cuidado, las mascotas son retiradas.
Por esta razón, la adopción parecería no ser el medio por el cual el sujeto obtuvo a Lory. Recoger a un cachorro de la calle, en especial uno de raza, no es común. Para América Freire, fundadora de Patitas Callejeras, estos casos se dan por una falta de responsabilidad de los comerciantes. “A ellos no les interesa saber a dónde va el perro, solo les interesa reproducirlo, vender y hacer su ganancia”, dijo. “Pero es un problema porque luego hay abandono y hay maltrato y nadie se hace responsable”, agrega.
Sin embargo, esto no sucede en la compra-venta de animales de compañía. Aunque la Ordenanza 048 del Distrito Metropolitano de Quito prohíbe la venta de manera ambulatoria, esto sigue sucediendo. En estos lugares no se realiza una investigación de datos y antecedentes de los futuros dueños como maltrato o violencia. Es así que aunque una persona haya sido sancionada por maltrato animal, puede adquirir una mascota nuevamente sin problema.
Mundo Mágico de la Mascota es una empresa dedicada a la comercialización de productos para animales de compañía. En sus locales se dejó de vender perros y gatos desde hace un año. Su gerente, José Aguirre, contó que antes “se les preguntaba (a los clientes) dónde viven, qué espacio tienen, si tienen patio, si el animalito va a estar solo…como una manera de asesorarles”.
Sin embargo, Aguirre reconoció que no se realizaban procesos de verificación de antecedentes de maltrato o violencia. “Normalmente las personas que compraban mascotas eran familias que querían adquirir una mascota para el niño, niña o la familia”, explicó.
Si bien la ordenanza no exige este tipo de verificación para los comerciantes, sí hay artículos que regulan la reproducción y comercialización de mascotas. En el artículo 36 de la ordenanza se indica que “la reproducción, crianza y comercialización de perros y gatos se realizará únicamente a través de criaderos y establecimientos reconocidos en el Registro Nacional de Tenencia de Perros y Gatos (Retepg)”. En ese mismo apartado se indica que los animales de compañía (perros y gatos) deben contar con un microchip y carnet de vacunas.
Andrés Tufiño, inspector de fauna urbana del distrito, comenta que aunque los locales comerciales, criadores o vendedores quisieran hacer una investigación de los datos, no sería sencillo ya que el Retepg no está habilitado. Este registro es competencia de la Secretaría de Salud del Municipio de Quito. En esta base de datos también se encontrarían los registros de personas sancionadas y a quienes se les ha emitido una prohibición de tenencia de animales de compañía. Sin embargo, esto no se cumple.
Las ventas de animales de compañía por Internet y redes sociales no tienen regulaciones. Tufiño aclara que esto no está prohibido en la ley. Al no existir la base de datos municipal, los vendedores no pueden registrarse.
Sobre esto, Aguirre está de acuerdo con que los comerciantes de mascotas sean responsables también del destino de los animales. “Deberíamos ser una parte responsable de hacer un seguimiento, de pronto hacer visitas con los veterinarios y constatar que el animalito está en buenas condiciones”, opina.
A pesar de ello, Fernando Arroyo, coordinador de Urbanimal, indica que existen otros permisos y certificaciones que se pueden adquirir tanto enla Agencia Ecuatoriana de Aseguramiento de la Calidad del Agro (Agrocalidad) como en el Municipio.
Agrocalidad, por ejemplo, emite permisos de funcionamiento para establecimientos que presten servicios de atención médico veterinaria o posean centros de manejo de perros y gatos. Entre ellos están hospitales y clínicas, campañas de esterilización, criaderos, tiendas de mascotas, peluquerías, albergues y fundaciones, centros de adiestramiento. Estos permisos se otorgan con un registro en línea y una inspección del espacio.
Lory ya está recuperada. Tiene sus vacunas al día y fue esterilizada. A su corta edad ya sufrió maltrato y está en busca de un hogar que la proteja y la cuide. El proceso de selección de la familia lo realiza la organización Patitas Callejeras.
Las personas pueden denunciar casos de maltrato en la Agencia Metropolitana de Control al 02 2952-300. También se lo puede hacer a través de su página web llenando un formulario.