Ecuador, Argentina y Colombia han realizado ya pruebas con diferentes tecnologías para evaluar la implementación del voto electrónico. Venezuela y Brasil son los pioneros.Foto: El COMERCIO
En 1988, Venezuela fue el primer país en la región en experimentar con el voto electrónico para su proceso electoral. En la actualidad, solamente Venezuela y Brasil han incorporado sistemas de este tipo de sufragio en un 100%.
En el último país, 33 millones de personas sufragaron de forma electrónica en 1996. 20 años después, toda la población ya ejerce su derecho al voto de manera electrónica.
Países como Argentina han realizado diferentes pruebas en medio de un proceso que les pueda llevar a una implementación progresiva. La última prueba se realizó con éxito en Buenos Aires en el 2015.
El resto del mundo también ha tenido un proceso evolutivo lento. Según datos del Observatorio del Voto Electrónico para Latinoamérica, los primeros registros de voto electrónico son de la década de los 70 en EE.UU., cuando se comenzó a utilizar un sistema de tarjetas perforadas para ingresar la información de los procesos electorales a computadoras.
Para los años 80, este sistema se modernizó con la automatización de los padrones
electorales para dejar una constancia electrónica del conteo de votos.
En Ecuador, la primera experiencia se registró en 2004, cuando se realizó un plan piloto para el voto electrónico en 2,29% de las juntas receptoras del voto en las provincias de Guayas, Pichincha, Azuay, Imbabura y Manabí.
Las pruebas más recientes se dieron en las elecciones seccionales de febrero de 2014.
En Santo Domingo, más de 300 000 personas que votaron electrónicamente en aproximadamente 1 000 juntas receptoras del voto; en Azuay, fueron 600 000 votantes en
2 000 juntas receptoras del voto. Una muestra representativa de 194 electores votaron también en La Morita, Tumbaco, al nororiente de Quito.
¿Pero es seguro el voto electrónico? Scytl, empresa española especializada en implementación de esta modalidad electoral, ha brindado soporte en procesos de Ecuador, Perú, Argentina, Reino Unido, Francia y Estados Unidos.
Edgardo Torres-Caballero, gerente general de Scytl para Latinoamérica, asegura que estos sistemas son tan confiables como la institución que los implementa.
En entrevista con CNN Chile, Torres-Caballero asegura que “la utilización de encriptación y de la trazabilidad de todo el proceso permite entender qué sucede desde el momento en que se captura el voto de manera segura hasta que se desencripta el voto electrónico”.
Con esta perspectiva concuerda Guillermo Saad, gerente de la empresa Lock Net, que colaboró con el proceso informático de las elecciones del 2013 en Ecuador.
Saad indica que este tipo de sistemas no son infalibles, y “nada es a prueba de fraudes”, pero que si se ha realizado una buena implementación, los votantes pueden estar tranquilos de que su voto se registrará de forma correcta y que la información será personal.