En el centro de Tulcán se observa poca actividad comercial desde el año pasado. La apreciación del dólar afecta. Foto: Francisco Espinosa / EL COMERCIO
Los beneficios de la canasta comercial para los comerciantes de Carchi, Sucumbíos y Orellana se ampliaron hasta junio del 2017, según la resolución 008-2016 del Comité de Comercio Exterior (Comex). El pedido de extender esta medida mientras duren las salvaguardias tuvo eco en las autoridades, aunque todavía existe descontento entre los beneficiarios.
Nelson Cano, presidente de la Cámara de Comercio del Carchi, señaló que la resolución fue aprobada en las mismas condiciones que se venía aplicando desde octubre del 2015, es decir, con 40 ítems y un cupo de USD 54 millones, el cual se distribuye entre 4 739 comerciantes. Estas mismas condiciones, según Cano, pueden explicar que la canasta comercial no haya funcionado como se esperaba.
El viernes pasado, representantes del Comité Cívico del Carchi, transportistas, pequeños comerciantes y autoridades de Gobierno se reunieron con el objetivo de analizar algunos puntos de la resolución y solicitar cambios a la medida.
Entre las propuestas planteadas por los comerciantes está incluir el calzado y los textiles en la canasta comercial, “este sería un gran anzuelo, para que los pequeños comerciantes puedan vender este tipo de productos”, dijo.
También piden que el monto de USD 54 millones sea divido para el número de comerciantes que hacen actividad económica en Carchi. Es decir, no serían los 4 739 sino alrededor de 1 800 comerciantes. Esto les permitiría duplicar el cupo individual al que hoy acceden.
Además solicitaron una reunión con el ministro Coordinador de la Producción, Vinicio Alvarado, para plantear las propuestas de los comerciantes de la zona para la reactivación económica.
Los comerciantes, empresarios y autoridades de la provincia están conscientes que la canasta comercial no ha tenido los resultados esperados.
Para el prefecto de Carchi, Guillermo Herrera, hay tres factores fundamentales para que la medida no haya cumplido los objetivos previstos. Uno de estos son los datos utilizados. Las cifras para estructurar esta medida se tomaron del Servicio de Rentas Internas (SRI), donde se establecía que 4 739 deberían ser los comerciantes beneficiarios, pero la “Cámara de Comercio de la provincia establecía que alrededor de 1 800 comerciantes serían los que tienen un negocio activo. Esto se hizo evidente en la utilización de los montos establecidos”, aseguró Herrera.
Otra de las razones son las líneas de crédito. “Junto a la canasta comercial se solicitó una línea de crédito especial para atender esta particularidad, por parte del Banco de Fomento (hoy BanEcuador). Pero lo único que se ofertó fueron las líneas de crédito normales a las que no podían acceder nuestros comerciantes”.
A estos inconvenientes se sumaron los trámites burocráticos. Según los comerciantes, para acceder al cupo de la canasta de unos USD 300 o USD 400 tenían que hacer filas de hasta siete horas para poder legalizar los productos.
“Creo que no hubo un compromiso de las instituciones públicas de apoyar al sector comercial de Tulcán y de la provincia”, mencionó.
Diego Tarupí, miembro del directorio de la Cámara de Comercio de Tulcán, también señaló que los montos establecidos fueron un obstáculo para los comerciantes.
“Cada uno tenía alrededor de USD 4 000 de cupo individual, el cual apenas alcanzaba para unos cuantos televisores. Por ese monto, un comerciante no iba a cambiar su giro de negocio”, comentó.