El título de esta columna recoge una declaración y una pregunta de calibre que el empresario argentino Guillermo Greppi lanzó en estos días, en Buenos Aires. Lo hizo cuando la Policía allanó su vivienda, por una orden del juez en lo Penal y Económico, Javier López Bizcayart, y encontró ocultos más de USD 1 600 000 y 2 millones de pesos argentinos. El dinero se hallaba en el doble fondo detrás de un clóset del baño.
Aunque en este caso resulta más que pertinente plantear esta pregunta: ¿Por qué un hombre de negocios ocultó en su casa una enorme suma en efectivo?
Como lo han publicado los diarios bonaerenses Clarín y La Nación, Greppi es propietario de la financiera Propyme y muy allegado a Carlos Liuzzi. Este exfuncionario, durante los gobiernos de los esposos Néstor y Cristina Kirchner, se desempeñó como número dos de Carlos Zannini, secretario legal y técnico de la Presidencia de la Nación Argentina a lo largo de la prolongada estadía del kirchnerismo en el poder, entre el 2003 y el 2015.
El allanamiento de la casa del financista y la incautación del efectivo hacen parte de las indagaciones que adelanta el magistrado López Bizcayart por los supuestos delitos de lavado de dinero, actividades financieras sin autorización y evasión.
El sorprendente episodio, por otro lado, se incluye en la suerte de ‘fiebre’ que se vive en la Argentina del post-neopopulismo alrededor de la búsqueda de lo que en ese país se ha llamado la ‘Ruta del dinero K’ o ‘Corrupción K’. El hallazgo en la vivienda de Greppi fue posible con el apoyo de dos perros entrenados para localizar dinero oculto.
Pero el financista ha hecho otra explosiva declaración, que publica Infobae. Consultado sobre la corrupción en el kirchnerismo, dijo: “En todos los gobiernos el exceso de libertad se transforma en libertinaje. Lo que hubo fueron excesos. Cuando uno tiene un poder ilimitado puede pecar y hacer algo que no está bien”. Sobran los comentarios.