En nuestro territorio se registran –antes deben haber habido más- los siguientes terremotos: En Quito, el 26 de abril de 1587, se desploma el convento de las Madres Catalinas. El 31 de agosto de 1589, en Quito, con epicentro en San Antonio de Pichincha. El 27 de mayo de 1645 es arrasada la población de Baños. El 1 de enero de 1662, terremoto en Quito. El 3 de noviembre de 1687, en Quito, Ambato, Pelileo y Latacunga. El 20 de junio de 1698 en Riobamba, Ambato y Latacunga. Desaparece el pueblo de Cacha.
El 28 de septiembre de 1703 ,en Latacunga. 20 de enero de 1749, en Loja. El 22 de febrero de 1775, en Latacunga. El 4 de febrero de 1797 se hunde en 8 grados la Cordillera de los Andes desde Popayán hasta Loja con graves repercusiones. La más afectada fue Riobamba con 13 000 víctimas. Fue arrasada y se reconstruyó en las llanuras de Tapi. El 20 de enero de 1834 fortísimo terremoto en Tulcán, sepultada bajo sus propios escombros.
El 22 de marzo 1859, fue destruida Quito. Cayó una de las torres de la catedral. El 16 de agosto de 1868 asolada Imbabura con 15 000 a 20 000 muertos y 50 000 habitantes en la miseria; la reconstrucción la hace en ejemplar tarea el delegado del gobierno Gabriel García Moreno. El 13 de mayo de 1942 hubo violentos sismos siendo las más afectadas Guayaquil. Esmeraldas y Guaranda. El 5 de agosto de 1949 sismo brutal en la Meseta Central Andina. Son perjudicadas, entre otras, Ambato, Pelileo, Patate, Baños y Píllaro. Hubo 6 000 muertos y 20 000 casas se destruyeron. Se creó la Junta de Reconstrucción del Tungurahua.
Días atrás , un gran sismo. Estamos en el Cinturón de Fuego del Pacífico. Por lo tanto, prevenir con ahorros gubernamentales para la crisis, construcciones sismorresistentes, educación ciudadana, etc.