En forma constante, el Sr. Presidente de la República hace alusión a las diferencias que existen entre oficiales y tropa en el régimen interno de las Unidades Militares para deslegitimar las manifestaciones de protesta. No es mi objetivo afirmar o negar tales alusiones que, de evidenciarse, ameritan medidas correctivas; pero ese es otro tema. Muy importante, pero otro tema al fin.
Hay que señalar que en el servicio activo, la disciplina, la obediencia, el mando, la subordinación sustentada en la jerarquía y antigüedad, son elementos que inciden en la relación; no únicamente entre oficiales y tropa, sino entre “más antiguos” y “menos antiguos”. Pero es en el servicio activo en el cual se tiene distintos objetivos operativos a cumplir, dependiendo de la Fuerza a la que se pertenezca, al arma o especialidad que se ostente y de la cual se derivan funciones propias del personal.
En el servicio pasivo, la situación es diferente: no hay mando ni obediencia institucionalizada; sí hay respeto de doble vía entre pares, sobre la base de nuestra condición común de ser afiliados al Issfa, seamos generales o suboficiales, coroneles o sargentos.
La recurrente expresión que tiende a ser bandera de lucha de divisionistas es que “los oficiales comen en vajilla de loza y los de tropa en vajilla de hierro…”. Como si esa circunstancia justificaría que se tomen arbitrariamente 41 millones de dólares pertenecientes a todos los pensionistas y afiliados al Issfa.
Existen miembros de tropa que tienen hijos y parientes que son oficiales. Y muchos elementos de tropa somos profesionales con mente crítica y madurez emocional para no caer en provocaciones que dividen a la clase del servicio pasivo de las FF.AA. y le distraen de sus legítimos y justos reclamos.
Orgullosamente, soy suboficial primero de la Aviación, en servicio pasivo, y reconozco mi igualdad en mi condición humana, cívica y patriótica con todos los miembros de las institución, sin que ello implique, de ninguna manera, irrespeto a las jerarquías de distinguidos jefes que han dado lustre a la institución. Definitivamente: no a la división del Servicio Pasivo de las Fuerzas Armadas.