Este año, que ya se está volviendo predominantemente electoral, puede ser dedicado a especulaciones y discusiones de candidaturas y alianzas. Desde luego que para las elecciones hay que proponer candidatos, pero previamente es preciso discutir y consensuar propuestas de gobierno.
Por ello, son bienvenidos los aportes para una discusión programática que sea la base de las definiciones electorales. A las propuestas que han circulado en las últimas semanas, que comenté en un artículo anterior, se ha sumado ahora el documento “La democracia y la libertad son el camino”, presentado por el Movimiento Montecristi Vive.
Esta “iniciativa para la construcción de un Programa de Gobierno desde los sectores populares y democráticos del país” se define como un “documento en construcción”, que se abre a comentarios y críticas. Contiene una propuesta para “desmontar el correísmo”, pero va más allá y propone un acuerdo democrático, asumir el Estado Plurinacional, la democracia radical, seguridad ciudadana, vigencia de los derechos de la naturaleza, respeto a la Pacha mama, una economía y sociedad soberanas, en lo alimentario, financiero, energético, cultural y tecnológico.
El documento contiene propuestas de carácter social para la salud, vivienda y la educación. Se prioriza la acción estatal respecto de las mujeres, la juventud, la niñez, la tercera edad, los migrantes y las diferencias sexuales. Se da especial importancia al impulso de la economía social y solidaria con empleo y estabilidad laboral. La defensa y ampliación de la seguridad social es un tema central. Especial mención merece la propuesta de transformar el “bono de desarrollo humano” en “bono productivo”, para una dinamización de la economía popular.
La iniciativa incluye también la lucha frontal contra la corrupción y el impulso de la unidad latinoamericana y la paz mundial. Propone la construcción del buen vivir o sumak kawsay. Para ello se plantea la necesidad de una acción colectiva y unitaria. “Es hora de rescatar la herencia de los forjadores de nuestra historia y sus luchas”.
Para llevar adelante el programa, Montecristi Vive llama una vez más a las agrupaciones de izquierda, movimientos sociales, centrales sindicales y movimiento indígena, ciudadanos y colectivos. Y proclama la “necesidad de buscar coincidencias político electorales con otras fuerzas del espectro nacional ubicadas en la centro-izquierda, de manera que nuestro programa y nuestras propuestas logren expresar las aspiraciones de aquellos sectores medios portadores de una profunda vocación democrática”.
Las definiciones son necesarias. La discusión es básica. Y para ello esta propuesta será un insumo fundamental. El instrumento político más importante que la ciudadanía tiene para un verdadera participación es la democracia radical.