Las últimos bienes patrimoniales recuperados provienen de España y de Argentina. Foto: Diego Pallero/El Comercio
El tráfico ilícito de bienes culturales sigue siendo uno de los negocios más lucrativos para las bandas organizadas. En el 2002, la Policía española se incautó para investigaciones 885 piezas arqueológicas. De estas, 55 posiblemente correspondían al patrimonio del Ecuador.
Desde la semana pasada, estas piezas que permanecieron, por orden judicial, en el Museo de América, se encuentran en una de las salas del Centro de Investigación de la Memoria y el Patrimonio Cultural, del Instituto Ecuatoriano de Patrimonio Cultural (INPC).
Las piezas son parte de los 5 095 bienes culturales patrimoniales, que se han recuperado desde la creación del Comité Técnico Nacional de Lucha Contra el Tráfico ilícito de Bienes Culturales, que funciona desde el 2010.
Según datos del (INPC), el mayor número de piezas recuperadas proviene de Italia. Desde este país han llegado 3 768 bienes, una cifra que representa el 74% de todos los bienes repatriados, en los últimos seis años.
Uno de los principales problemas que afrontan los países en el momento de reclamar un bien patrimonial, tiene que ver con los tenedores de buena fe. Esta figura que existe desde la Convención de la Unesco de 1970, sobre las medidas que deben adoptarse para prohibir e impedir la importación, la exportación y la transferencia de propiedad ilícitas de bienes culturales, ampara a las personas que de forma lícita han heredado un bien cultural.
Para Pilar Páez, representante del comité, esta figura -en su momento- fue de avanzada, pero a su criterio ya no resulta idónea, porque el comercio ilegal ha perfeccionado su trabajo a través de las plataformas informáticas.
Frente a los bienes recuperados están los bienes que han sido sustraídos del país en el mismo período. César Molina, director de riesgos del INPC, subraya que en estos años se han receptado 38 denuncias. “Antes del 2008 -dice Molina- se tenía un registro de 3 513 denuncias.
La información de las 567 piezas que fueron repatriadas de España y de Argentina en estos días ya está ingresada en el sistema que maneja el INPC. Estas fichas, según Lucía Chiriboga, directora del Instituto, se convierten en el primer insumo de trabajo para la Policía Patrimonial en el momento de recuperar un bien cultural.