Los que somos menos hemos escuchado sorprendidos la nómina de posibles herederos de la monarquía anunciada por Su Majestad. Primero dijo que los delfines eran Moreno, Glas y Serrano.
Al parecer, se olvidó de su delfín peso pesado, tal vez el más pesado de todos: su canciller preferido, el carismático Patiño. Para corregir el error lo puso a la cabeza de la segunda tanda de delfines y “delfinas”, en la que constan la Gabrielita, una señora Soliz y alguien más cuyo nombre se me escapa.
Los que somos menos todavía aspiramos a vivir en una República y esperamos que se pongan de acuerdo los colectivos que practican la política, para que seleccionen a los más capaces y enfrenten con éxito al delfín que designe la revolución y podamos dar por terminada una etapa de poderes concentrados.
El actual dueño de la corona está convencido de que triunfará el candidato revolucionario con un amplio margen de ventaja; anuncia un tres a uno. La caída en picada de la economía puede cambiar el panorama de que son más y muchos más, porque es posible que el pueblo tome conciencia del daño que está causando la incapacidad revolucionaria que sobrevive a base de préstamos.
Esperamos que con el voto ciudadano pasen a la segunda vuelta dos candidatos de la oposición, no importa que sean de derecha o izquierda. Soñar no cuesta nada.