El uso medicinal del Cannabis Aativa (marihuana) se remonta a miles de años. No es novedad y de hecho cada día se la utiliza más frecuentemente. Investigaciones de nuevas utilidades están en curso. Es efectiva utilizándola como la planta en sí misma y más aún mediante dos derivados químicos esenciales de la misma, llamados cannabinoides. Estos cannabinoides son el CBD y el THC (siglas de nombres químicos de los derivados).
Se ha comprobado que la marihuana tiene más de 100 cannabinoides por lo que recién estamos comenzando a conocer realmente todo lo que esta planta nos puede ayudar. Obviamente, para el uso medicinal el manejo de estos derivados debe ser realizado por un laboratorio científico químico farmacológico y prescrito por médicos especialistas.
Entre los principales usos están: disminuir los efectos secundarios de la quimioterapia en el cáncer; disminuye el dolor y la inflamación (hinchazón y enrojecimiento) tiene efectos curativos en células cancerígenas; es eficaz para la esclerosis múltiple y también se la utiliza para tratar ciertas convulsiones en niños y dolores agudos en general. El cuerpo humano también segrega cannabinoides propios. Por lo cual debería el Ministerio de Salud ampliar el acceso a esta medicina, dado que no se trata de ninguna droga alucinógena.