En abril pasado el río de El Conde (fotografía) se desbordó y arrastró a una persona. En el lugar se construyó un puente. Foto: Galo Paguay/ EL COMERCIO.
La imagen del agua del río de El Conde cubriendo una parte de la calzada en Venceremos, en el sur de Quito, quedó marcada en la memoria de los moradores. Los desbordamientos han sido una constante en cada invierno. En abril pasado, incluso, Luis P., un taxista que cruzaba por el lugar fue arrastrado por la corriente. Él falleció.
En esta época de lluvias que empezó, estadísticamente, en este mes los vecinos de esta zona esperan que la historia no se repita. Elizabeth Tacuri, moradora, comentó que tras la construcción de un puente elevado y de muros de contención siente que hay menos riesgo. “El cauce del río es más ancho, el agua puede fluir”.
Martha Pucuji, moradora de la Nueva Loja, barrio aledaño al río de El Conde, mencionó que aparte del río otro de los problemas que se presenta en el invierno son las aguas que bajan de La Cocha, Santa Isabel, Tréboles del Sur. Recordó que estas forman ‘ríos’ y hacen que todo el líquido se acumule en la parte plana de la avenida El Beaterio (barrio Venceremos).
Estas condiciones hacen que Venceremos sea considerado un sitio susceptible a inundaciones, según el Atlas de Amenazas Naturales del Distrito 2015. En total son 156 barrios propensos a estos fenómenos naturales: 53 están en un nivel alto (ver infografía).
Las poblaciones que se asientan en planicies u hondonadas son las más propensas a estos fenómenos, precisó Ricardo Peñaherrera, docente universitario en Gestión de Riesgos.
En estas zonas, la acumulación de agua se produce cuando la capacidad de desfogue de los drenajes (quebradas o red de alcantarillado) es superada. Esto puede generar la ruptura de los colectores o la inundación de los pasos a desnivel.
Por esto, Peñaherrera precisó que se debe mantener limpios estos espacios para poder afrontar posibles emergencias. “El cambio climático hace en un día llueva lo que estaba previsto que caiga en un mes”.
Para mitigar los efectos de este invierno, en esta semana, se continuará aplicando las acciones que contempla el Plan de Prevención y Respuesta ante Inundaciones y Deslizamientos de Tierra 2015-2016.
Está previsto que se realicen tareas de sensibilización a la población, la limpieza de 39 296 sumideros, cunetas, quebradas, obras para mejorar los colectores de San Lorenzo y Gualaquiza, en el norte, entre otras acciones, informó Cristian Rivera, director del Centro de Operaciones de Emergencias de Quito (COE).
Durante los primeros meses de la temporada de lluvias (octubre y noviembre) se estima que las precipitaciones sean moderadas. Los picos se darán en marzo, abril y mayo, según el Plan de Prevención y Respuesta ante Inundaciones y Deslizamientos 2015-2016.
En esta semana, el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi) informó que en la mañana se contará con cielos parcialmente nublados y en la tarde con lloviznas. Las temperaturas oscilarán entre nueve grados centígrados, la mínima, y 24 la máxima.
En Quito ya no se espera que ocurra el tradicional Cordonazo de San Francisco. Este debía llegar hasta el pasado 8 de octubre. Mónica Valdiviezo, técnica del Inamhi, explicó que hay un desfase meteorológico que ha alterado los tiempos de duración de las épocas lluviosa y seca. Esto causó que este año no se presentara una lluvia fuerte en toda la ciudad en los primeros días de octubre. A pesar de esto, recomendó a las personas tomar medidas de prevención.
Al salir de los domicilios se debe llevar un paraguas y ropa abrigada para prevenir resfríos; en las vías los conductores deben reducir la velocidad para evitar accidentes de tránsito. La calzada mojada hace que la calle se vuelva resbalosa y la neblina reduce la visibilidad. Por esto se requiere tener en buenas condiciones los vehículos. Hay que revisar los neumáticos, plumas, parabrisas, luces.
En los barrios se debe mantener limpios los sumideros. No se debe arrojar basura para evitar que estos no se taponen e impidan el paso del agua. Con el transcurso de las semanas se espera que las precipitaciones sean más recurrentes y de mayor intensidad.