El 30 de mayo del 2013, escribí en Diario EL COMERCIO una carta que decía: Los que soñamos con el buen vivir, en mi caso cerca de 40 años, nos trasladamos de Quito a Tumbaco, hermoso y apacible valle en aquellos días, con una gente maravillosa que nos acogió con cariño. Han pasado los años, Tumbaco ha crecido en forma impresionante sin que las autoridades hayan podido planificar con tiempo y prepararse para este crecimiento desproporcionado.
Estos son los principales y reales problemas a los que estamos “acostumbrándonos”, sin que las autoridades tomen cartas en el asunto: 1. Inseguridad que aumenta día a día, asaltos, robos, asesinatos. 2. Mercado ambulante, hace muchos años anuncié este enorme problema que se venía venir.
Ventas de todo lo inimaginable: choclos, papas, cinturones, zapatos, cebollas, vestidos, helados etc., etc., todo en las aceras y los transeúntes por la calle. 3. Transito: comenzando con un incremento de vehículos que nadie pensó. No existe control ni planificación para parqueo. La semaforización, sin sentido. Prioridad enorme (está bien) para la movilización en la vía Interoceánica, casi dos minutos para dar paso a las transversales, con duración de 20 segundos. Esto ocasiona largas colas que pueden demorar 15 o 20 minutos, como en la calle Juan Montalvo, de sur a norte o de norte a sur. Choques y peligro a los que usamos el Hospital de los Valles. ¿Un semáforo? Brilla por la ausencia.
Han transcurrido mas de dos años y seguimos igual o peor, salvo la instalación de semáforos en el Hospital de los Valles y también en la calle Juan Montalvo. Por lo demás, nada de nada. Sugerencias para solucionar el tránsito: resuelven en Quito, ¡qué ironía! A los policías de tránsito, denuncio la velocidad excesiva de buses. En respuesta: debe traer fotografías. Hay proliferación de taxis, más son vehículos particulares con estacionamientos propios. ¿Y las ventas ambulantes, que también hay en Quito? ¿Qué hacen las autoridades de Tumbaco?