Los escaques del nuevo tablero de ajedrez de Oriente Próximo quedaron claramente dibujados. Las piezas del combate serán las tradicionales, las manos que las mueven responden a nuevas estrategias de dominación. Una geopolítica que supera los episodios de la post-Guerra Fría y la ‘Primavera Árabe’.Un territorio tan complejo en el disperso mapa de la zona como intrincado en el componente inevitable, la realidad ‘virtual’ de esta etapa ‘pos-todo’.
El ‘Zar del siglo XXI’ apareció de nuevo. Ya se sabía desde hace años que su relación con los tiranos civiles que han gobernado Siria – elecciones simuladas de por medio – es estrecha. Tanto el actual Presidente como su padre han comprado armas a Rusia. Bueno, el padre lo hacía antes con la Unión Soviética. Los negocios millonarios continúan.
La tragedia humanitaria llegó a Siria con la guerra civil hace casi cinco años. Los complotados tuvieron respaldo de Occidente y de algunos países árabes, pero Rusia se mantuvo firme aun en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, donde hace prevalecer su derecho a veto para proteger a sus socios.
Lo cierto es que las milicias no pudieron derrotar al tan bien organizado como sangriento régimen civil y laico de Al Assad.
Pero al ya confuso y enredado estado de cosas le apareció otro problema de difícil solución: el Estado Islámico, con los sueños febriles de reconstituir un califato, con su sanguinaria matanza de infieles inocentes y su considerable potencial militar se convirtió en otro jugador preponderante del tablero.
Ataques en el desguarnecido Iraq, que aún paga la factura de la caída de Saddam Hussein, masacres y ataques a los pozos petroleros.
Bombardeos y ocupación de partes de Iraq y Siria.A Bashar al Assad le surgió un nuevo y poderoso enemigo. A Occidente también.
Rusia se decanta por combatir al terrorista Estado Islámico. EE.UU. se opone a fortalecer al tirano Al Assad. Rusia, como Francia, se va al ataque. Dilema terrible para Obama: dos poderosos enemigos como Siria y el Estado Islámico, en orillas opuestas, ambos contra Occidente.