En el Ecuador de la ‘revolución ciudadana’, más que socialismo marxista o comunista, lo que se observa es un sistema económico keynesiano en lo fiscal, liberal en lo monetario (por la dolarización de la economía, que a propósito no le agrada al propio Presidente, pero que asegura la mantendrá durante su mandato) y mercantilista o proteccionista en lo comercial; tipo escuela cepalina o teoría de la dependencia de los años 60 y 70 en América Latina” [Zambrano Pontón, Pablo; “Visa Al Desarrollo”, p. 158].
Así que decir que el gobierno de Rafael Correa ha favorecido a los grandes grupos empresariales y por eso es de derecha es una falacia económica. El gobierno de Correa es claramente de izquierda y no una “izquierda moderna”, como él afirma.
La izquierda de Correa en lo económico es la socialdemocracia keynesiana: estatista y abiertamente activa o interventora en economía. De allí que no solo ha gastado mucho (más del 40% frente al PIB), sino que además se ha endeudado (en los actuales momentos, sumadas preventas petroleras a China y Tailandia. Tenemos una relación deuda/PIB cercana al 40% que es el límite que se colocó en el Código de Finanzas Públicas.
Finalmente, poco debería interesarnos la ideología de un determinado gobierno, sino las acciones concretas que este realiza en beneficio de un país. Y la experiencia es clara en este sentido: a mayor libertad económica, más progreso. Es una pena que en Ecuador, sigamos recurriendo al obsoleto marxismo comunista -al menos en lo político-.