Ecuador se apresta a intervenir en una nueva Copa América, torneo que ha sido históricamente una fuente de frustraciones para los tricolores. ¿Es posible revertir esto? Estas son cinco razones para pensar que esta vez la campaña de Ecuador será mejor de lo habitual.
1. Los rivales son pasables
Ecuador cayó en un grupo muy asequible. El anfitrión Chile llega mal o al menos con menos poder del que se cree. Desde el Mundial ha perdido contundencia y no logra traducir en goles el enorme dominio de la pelota que suele tener. Y esto pese a los estupendos jugadores con que cuenta. A Chile se le puede (se le debe) dar pelea. Además, el actual nivel de Bolivia es paupérrimo y México regala medio torneo con un equipo alternativo, sin la fuerza de los habituales, que ante Brasil solo se colgaron del travesaño para evitar la goleada. Con esto, Ecuador tiene la gran oportunidad de pasar de fase. No hacerlo sería un fracaso.
2. Quinteros conoce a los suyos
Aunque en la afición no ha sentado del todo bien que Gustavo Quinteros haya convocado a siete emelecistas, en realidad no le quedaba otra alternativa: no había tiempo para conocer más a fondo a todos los jugadores y es mucho más práctico arrancar con una base con la que ya ha trabajado, sobre todo si la idea es inculcar un estilo ofensivo y veloz. Eso puede ser una ventaja con respecto a otras selecciones pues Emelec es el club que más aporta en toda la Copa.
3. Tapa Domínguez
El arquero de Ecuador está en su mejor momento, con la madurez y la experiencia necesarias. Los equipos se arman desde atrás y Alexander Domínguez, aunque nadie es infalible, aporta una gran dosis de tranquilidad.
4. Fidel Martínez, el outsider
Fidel Martínez llega como uno de los máximos anotadores de la Selección en este año. ‘Alegría y Atrevimiento’ puede ser el ‘outsider’ de este equipo, pues anota desde cualquier posición, toca con sus compañeros (con Miller Bolaños se entiende muy bien) y está con deseos de demostrar que merece defender a la Tricolor. Si se destapa, habrá goles y clasificación.