Los rumores han llevado a la humanidad a guerras fratricidas, han generado víctimas inocentes, han enemistado a naciones, han roto relaciones, han botado gobiernos, han desinformado a la opinión pública, etc.
Los intereses de unos pocos grupos de poder son los que generan mentiras con la finalidad de crear el caos. Sumado a esto se halla la utilización de actores públicos desestabilizadores, lo que hace que el rumor debilite las instituciones democráticas.
Eso pasa en nuestro país desde el 2007, cuando se inicia una transformación general de nuestra sociedad. Los desestabilizadores generalmente son resentidos sociales que pierden espacios de poder o han sido retirados de un proceso donde no tienen espacio. Estos últimos hay muchos. Aquellos que buscaron prebendas políticas y económicas y al hacerles a un lado han utilizado la mentira y el rumor como única arma posible ante la imposibilidad de hacerlo con ideas y soluciones. Hoy asoman como los detractores del Gobierno, las víctimas del poder, expertos en aranceles, expertos banqueros, analistas económicos, internacionalistas, defensores del humor y terminarán como perseguidos políticos.