Caras largas y ropa empapada fueron el común denominador de la gente que no participó en la marcha pero que se vio afectada por la congestión vehicular la tarde de este jueves 19 de marzo del 2015 en Quito.
En la calle Manuel Larrea, junto a unas 30 personas más, se encontraba Ximena Calderón, quien vive en el valle y todos los días, luego del trabajo, debe tomar un bus para ir a su casa. Hoy salió 20 minutos antes del trabajo pero de poco le sirvió. Estima llegar a casa pasadas las 19:00.
Los buses que usualmente transitan por la avenida 10 de Agosto debieron desviarse para poder llegar a La Marín.
Carlos Palacios, de la Agencia Metropolitana de Tránsito, explicó que para evitar la marcha, los buses debieron desviarse por la calle Santa Prisca, luego volver por la América hacia el norte hasta la Patria para cruzar El Ejido y luego tomar la Gran Colombia. Lo que según Vinicio Rivas, ayudante de una unidad de la cooperativa Victoria, le tomaría al menos unos 30 minutos más de lo normal.
Ese mismo trayecto debieron hacer los buses de la cooperativa Monserrate y Catar.
Los autos particulares, en cambio, fueron desviados hacia la calle Venezuela, luego a la Oriente, a la García Moreno, Olmedo hasta la Imbabura. Para luego tomar la Mejía hasta la Mariscal Sucre. Hacer ese recorrido tomó cerca de 25 minutos.