Mientras crece el coro de voces a favor de la despenalización de las drogas, un nuevo estudio concluye que el consumo mundial de drogas ilícitas no tuvo un descenso significativo desde que la ONU adoptó tres convenciones clave en la materia, la primera de las cuales entró en vigor hace más de 50 años.
“Las drogas ilícitas son ahora más puras, más baratas y más consumidas que nunca”, según el informe, titulado Bajas de guerra: cómo la guerra contra las drogas daña a los más pobres del planeta, publicado por la organización británica Health Poverty Action, con sede en Londres. El estudio también incluye una encuesta de opinión que concluye que más del 80% de los británicos cree que la guerra contra las drogas no se puede ganar, y que más de la mitad están a favor de la legalización o despenalización de al menos algunas drogas ilícitas. Entre los tratados internacionales contra el narcotráfico se encuentra la Convención Única de 1961 sobre Estupefacientes, el Convenio sobre Sustancias Psicotrópicas, de 1971, y la Convención de la ONU contra el Tráfico Ilícito de Estupefacientes y Sustancias Psicotrópicas, de 1988.
Pero en las últimas décadas varios países despenalizaron algunas drogas, de forma total o parcial, o aprobaron leyes permisivas sobre las mismas, incluido el uso medicinal de la marihuana. Entre esos países el informe recoge a Belice, Chile, Colombia, España, Holanda, Jamaica, México, Paraguay, Perú, Portugal y Uruguay, además del territorio de Puerto Rico y algunos estados de EE.UU.
Según el informe, los gobiernos de México, Colombia y Guatemala pretenden que se realice un debate abierto, basado en las evidencias, sobre la reforma de la política de drogas de la ONU. “La Organización Mundial de la Salud (OMS) y Onusida (Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida) no solo comparten este punto de vista, sino que abogaron por la despenalización del consumo de drogas”, añade. “El problema es que la ONU está haciendo demasiado de las cosas malas, y no lo suficiente de las correctas”, respondió Catherine Martin, de Health Poverty Action, cuando IPS le preguntó si el foro mundial hacía lo suficiente. Se calcula que cada año se gastan 100 000 millones de dólares en todo el mundo para aplicar las leyes contra las drogas, impulsadas por las convenciones de la ONU, destacó. “Sin embargo, este enfoque no redujo el consumo de drogas ni logró controlar el narcotráfico ilícito. En cambio, mantiene rentables a las drogas y poderosos a los cárteles, alimenta la corrupción, fomenta los conflictos violentos y la violación de los derechos humanos, y castiga de manera desproporcionada a los pequeños productores y a los consumidores”, explicó Martin.
El documento señala que las organizaciones británicas que promueven el desarrollo mantienen silencio sobre este asunto, a diferencia de sus contrapartes del Sur en desarrollo, quienesreclaman reformas al respecto, junto con el magnate Richard Branson, presidentes en ejercicio y exmandatarios, economistas ganadores del Premio Nobel y el exsecretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan.
IPS